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26 abril, 2024

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Testimonio del 68 y otras crueldades

La memoria es selectiva, 2 de octubre no se olvida, doy inicio a esta entrega, por el final del movimiento estudiantil del 68; días después se inauguraría la olimpiada, con los estudiantes escondidos; porque a partir de ahí, ser estudiante era un delito. Esto me lo narra Gustavo Abreu, quien fuera parte de la brigada que cuidó a José Revueltas, culpado de ser el autor intelectual del movimiento estudiantil y encarcelado después del 2 de octubre en el palacio negro de Lecumberri.

Asuntos aclarados desde la desclasificación de los archivos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) al respecto del 68: La CIA intervino en nombre de los Estados Unidos. Agentes se encargaron de volar la puerta barroca de San Ildefonso desde adentro, vestidos de estudiantes y aliados con porros, colocando artefactos fabricados.

La esencia del movimiento estudiantil del 68, así como su rebeldía ya no podía ser aplacada, por lo que tuvo que ser acallada a sangre y fuego con el genocidio.

Testimonio de un brigadista: “ 2 De octubre 1968, 5 p. m. Salí corriendo, dejando atrás la placa de acero que conmemoraba la inauguración de la plaza de las 3 culturas de la época moderna, a la cual me había yo aferrado. Repentinamente aparecieron los del batallón Olimpia, (guante blanco) frente a mí, disparando hacia atrás, es decir hacia donde entraba el ejército, para capturar a todos en plaza, -son de salva -alguien gritó- Cuando vi hacía mi izquierda, hacia el edificio Guadalajara, ya no había nadie parado en la plaza, todos estaban tirados en el suelo, por los disparos desde la azotea del edifico Chihuahua.

Cuando decidí correr hacía allá y cruzar la plaza, un helicóptero disparaba desde arriba, así llegue hasta la avenida Manuel González, donde, para mi horror, circulaban los tanques de guerra del ejército para aislar la plaza de las 3 culturas. Hubo que pasar entre ellos para llegar a la otra acera y estar a salvo. Ahí llegaban compañeros que cruzaban entre los tanques llorando, decían ‘nos están masacrando’. Junto con mi compañero de brigada, De Hoyos, caminamos hacia la esquina de Insurgentes, donde nos quedamos paralizados al ver las ¡200 ambulancias! Todas sobre la misma avenida que ya había sido cerrada, fue el único lugar por el que se pudo salir”.

El testimonio de este brigadista, que eligió Cancún para vivir, es impresionante, nadie actualmente puede dejar de reconocer que el movimiento estudiantil del 68 fue el primer intento de lucha por la democracia y los derechos humanos en México, nunca tan importante su legado como ahora, con el triunfo de Morena y la tan esperada transformación de México.

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