Ana María Vázquez / @Anamariavazquez
Así espetó una periodista ayer al presidente López Obrador en su conferencia mañanera; sin identificarse y cuando ya había dado por terminada la sesión, la reportera habló del Tren Maya y de los ambientalistas que se oponen a la construcción de este, tildando de falta de respeto el que el ejecutivo no haya presentado las pruebas ofrecidas.
Ahora, casualmente exigen, quizá porque sus jefes extrañan las declaraciones indignantes como la de Fox “este es un gobierno de empresarios para empresarios” …y lo fue. Siguiendo la tradición de sus antecesores, los favores a las empresas pasaron por Grupo Posadas, Maseca, Iberdrola, Saba, Repsol, Televisa y muchos más, mientras al pueblo se le regateaba un mísero aumento salarial, y en 2023 admitió haber estado tras el desafuero de López Obrador cuando declaró “No sé por qué no culminé la tarea con una gran estocada”, cómplice del fraude, entregó el gobierno al más sanguinario de la historia: Felipe Calderón. Hace unos días volvió a declarar: “López es una amenaza”
El consorcio de empresarios creado por Carlos Salinas se acostumbró a favores y privilegios; al poder detrás del trono, a concesiones de 700 pesos. Sí, leíste bien, eso le costó a Kimberly Clark algunas de sus últimas concesiones otorgadas durante el gobierno de Peña.
Y ya que hablamos de Peña, fiel a la tradición de sus, Enrique Peña otorgó concesiones y contratos sin licitación; autorizaciones de explotación minera, contratos publicitarios y hasta dio la medalla Belisario Domínguez a Bailleres, presidente de Peñoles por la “generación de empleos”, lo que Peña omitió fue el daño que las 41 concesiones hicieron a comunidades como la de de San Julián, convertida de maderera a minera por decreto.
Al final del sexenio de Peña, más de 4 mil contratos de explotación y concesiones fueron entregados a miembros del Consejo Mexicano de Negocios, cuyo presidente por años, fue Claudio X. Si eso no le parece al menos una falta de respeto a la reportera, le doy otros dos datos de favorecidos por los gobiernos que no han rendido cuentas: El feudo del agua de la familia Torres-Landa en Querétaro, o Germán Larrea y el aún contaminado Rio Sonora.
