Redacción / Grupo Cantón
Especialistas advierten que los atropellamientos de fauna en Playacar ocurren desde hace años y no pueden atribuirse a un solo desarrollo inmobiliario.
Playa del Carmen.- La reciente discusión pública por la muerte de venados en Playacar ha colocado en el centro del debate a desarrollos inmobiliarios, autoridades y residentes.
Sin embargo, el análisis de la información disponible apunta a un problema más complejo, resultado de la superposición de distintos factores que han sido mezclados en la conversación pública.
Uno de los casos más visibles es el del desarrollo Legacy, ubicado en Playacar, el cual fue suspendido de manera temporal por la autoridad ambiental debido a incumplimientos administrativos en su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Esta decisión detonó una narrativa que vinculó directamente al proyecto con los atropellamientos de fauna en la zona, pese a que investigaciones periodísticas y testimonios vecinales coinciden en que estos incidentes ocurren desde hace años, incluso décadas, antes de la llegada de proyectos recientes.
Antecedentes del atropellamiento de fauna en la zona
Registros vecinales y reportes de organizaciones ambientales documentan atropellamientos de venados, coatíes y otras especies en Playacar, así como en distintos puntos de Playa del Carmen y la Riviera Maya, incluidos tramos de la carretera federal y accesos a zonas como Puerto Aventuras, Xpu-Há y Chemuyil.
Especialistas señalan que el denominador común en estos casos ha sido la ausencia histórica de una estrategia integral de manejo de fauna, que incluya censos actualizados, corredores biológicos definidos, protocolos de atención y una planeación de movilidad urbana compatible con la vida silvestre.
Debate público y desinformación
Expertos advierten que confundir procesos administrativos con problemas estructurales de larga data no sólo desinforma, sino que desvía la atención de las soluciones de fondo. Subrayan que el aumento en la visibilidad del tema responde, en gran medida, al uso de redes sociales y a un cambio cultural que permite documentar situaciones que antes pasaban inadvertidas, más que a un incremento real de los incidentes.
Hacia una solución integral
Ante este panorama, analistas coinciden en que la solución no pasa por personalizar responsabilidades ni por cancelar proyectos de manera automática, sino por la construcción de un plan municipal de convivencia con fauna, que involucre a autoridades, residentes, desarrolladores y especialistas en medio ambiente.
Separar hechos de narrativas y avanzar hacia un modelo de desarrollo urbano compatible con la protección de la fauna se perfila como uno de los principales retos ambientales para Playa del Carmen.

