JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Finalmente, Rogelio Jiménez Pons dejó la titularidad del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), dependencia a cargo del Tren Maya, para hacerse cargo de la Subsecretaría de Transportes en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), por órdenes directas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Jiménez Pons se va del cargo, dejando un importante retraso en la construcción del tren, una de las obras emblemáticas de la actual administración federal.
Según sus propias palabras en una de las últimas entrevistas aún como titular de Fonatur, el proyecto tenía a partir de diciembre del año pasado un total de 11 meses para concluirse, al menos en lo que toca al tramo 5, que corre de Cancún a Tulum.
Para Jiménez Pons, el mayor reto del proyecto fue el tiempo, ya que la promesa es construir 1,500 kilómetros de vías en menos de cuatro años, pues la inauguración está programada para diciembre de 2023.
El propio encargado del Tren Maya en Quintana Roo, Luis Salazar Alegre, comentó que la premura que tiene el gobierno federal por concluir a tiempo el proyecto es justamente una de las consideraciones que debió tomar en cuenta el presidente a la hora de decidir en enroque al frente de Fonatur.
Alegre Salazar dijo que si bien Jiménez Pons condujo el proyecto durante los dos primeros años de obra, el cambio de timón pudiera obedecer a que se necesita acelerarse el paso y cerrar negociaciones que aún están pendientes como la que actualmente se lleva con los hoteleros de la Riviera Maya, donde incluso ya está asignado el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández y se vendrá a reforzar esto con May Rodríguez, quien sustituye a Jiménez Pons al frente de Fonatur.
El ex legislador asegura que con los cambios dados a conocer ayer, el presidente busca dar un enfoque social al Tren Maya, lo cual se hace evidente dadas la características del nuevo encargado de Fonatur, quien viene directo desde la Secretaría del Bienestar y su formación es más política que técnica para quizá dar un nuevo enfoque al Tren Maya, en cuanto al impacto que tendrá esta obra en los cinco estados por los que se extenderá la vía férrea.
LOS PENDIENTES
Además del retraso de al menos cinco meses en la construcción del Tren Maya, Jiménez Pons deja pendiente de resolución el escándalo de corrupción en que se vio envuelto el ex delegado de Fonatur en Cancún, por la presunta renta sobre de la llamada Casa Presidencial a través de Airbnb para fines particulares.
Jimémez Pons explicó en su momento que el hoy ex delegado de Fonatur en Cancún presuntamente alquilaba la llamada Casa Presidencial en Cancún, también conocida como Villas Chakté, a través de AIrbnb y Booking, lo cual reportaba ganancias por 10 mil 176 pesos por noche, que se depositaban en un cuenta particular.
A mes y medio de ese hecho, se desconoce el rumbo de las investigaciones.
Otro de los pendientes es la negociación con los hoteleros de la Riviera Maya, los cuales pese a que han manifestado estar de acuerdo con la venta de una porción de sus terrenos para los nuevos derechos de vía del nuevo trazo del Tren Maya, aún no se sabe los términos de dicha negociación, tampoco se sabe si el 100% de los empresarios están de acuerdo con la venta.
Se queda además pendiente la negociación con el Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya para definir si se modifica el trazo a la altura de Playa del Carmen.
Además, está pendiente cerrar el trato con los ejidatarios de Bacalar, quienes hasta finales de 2021 aseguraban que Jiménez Pons no les había ofrecido opciones viables para que el ejido aceptara ceder tierras tanto para la estación como para la vía en el tramo siete de la vía férrea.
