Las autoridades locales lo han llamado Zafar y lo consideran ya una “amenaza” para los turistas de una playa ubicada en la región francesa de Brittany.
Por años, el pueblo costero ha sido un punto turístico para los franceses, pero recientemente, Zafar, en sus intentos por abusar sexualmente de los bañistas que acuden a sus playas a refrescarse, ha vuelto insoportable la estadía allí.
Por ello, las autoridades locales alertaron a los turistas de la búsqueda de Zafar por satisfacer sus urgencias sexuales con seres humanos e incluso objetos inanimados.
En ocasiones, el delfín se frota contra las piernas de la gente y en otras, usa su nariz para levantar a las mujeres y lanzarlas por los aires.
Se ha visto que Zafar incluso busca satisfacer sus urgencias sexuales con kayaks y otros tipos de embarcaciones pequeñas, mismas que encuentra “atractivas” ante la falta de una compañera de su misma especie.
El delfín mide unos tres metros y suele nadar en la Bahía de Brest, cerca de las costas de Plougastel-Daoulas, Logonna-Daoulas y Landévennec, en Brittany.
No obstante, antes de comenzar sus ataques sexuales contra los turistas, Zafar no era un animal agresivo, ya que muchas veces se acercaba a las personas e incluso dejaba que los bañistas se aferraran a su aleta dorsal para pasearlos por la playa.
Luego de notar que el delfín se había vuelto más insistente, el alcalde de Landévennec decidió prohibir nadar o tirarse clavados en la playa cuando el delfín estuviera cerca, ya que quienes lo hicieran, se arriesgarían a ser atacados por él.
Acercarse a menos de 50 metros del delfín también está prohibido, ya que la seguridad de la gente está en riesgo.
No obstante la reciente conducta de Zafar, los casos en los que los delfines han atacado y herido a los seres humanos son extremadamente raros.
