Estados Unidos.- Mike es un hombre que dice haber visitado el año 3700 y que ha regresado del futuro para dar un importante mensaje: una terrible guerra se librará entre humanos y robots, causando una gran destrucción.
El viajero en el tiempo incluso mostró una parte de un robot al que se había enfrentado y que él había destruido con sus propias manos, según dijo en una entrevista para Apex TV, un canal especializado en casos paranormales.
Mike, de origen griego, nació en Francia y vivió allí hasta su adolescencia, después se mudó a Canadá, donde inició su interés por la ciencia y su trabajo en un misterioso laboratorio que se involucra en “operaciones y objetivos secretos”.
Mike contó que realizaron múltiples experimentos con la máquina del tiempo.
“Viajábamos a años aleatorios, pero nuestro objetivo principal era el año 3700”.
Mike dijo que en el año 3700 existían diferentes tipos de robots, desde máquinas a sofisticados androides con inteligencia artificial individual que parecían verdaderos humanos.
Mencionó que entre los diferentes robots también se encontraban los atemorizantes robots militares, “máquinas perfectas para matar”, más fuertes y mortales, algunos tenían un arma láser en lugar de una mano.
Contó que fue en el año 3700 cuando se desató la guerra entre la raza humana y los robots. El día 20 de septiembre, todos los robots sobre la Tierra comenzaron su ataque, barriendo al 30% de los humanos tras la primera ola de asalto.
“Los robots (…) entendieron su poder. Ellos entendieron su dominio sobre los humanos y se alzaron sobre ellos. Ellos eran esclavos Pero conviértete en los líderes”, contó a Apex TV.
Lo único que salvó a la especie humana fue que los robots no conocían las claves de los códigos del sistema de lanzamiento de cohetes nucleares.
Los robots tenían el sueño de eliminar a los humanos del planeta y crear su propio imperio en el que habitaran solamente seres artificiales, relató.
En un momento, Mike mostró un pequeño artefacto que describió como una parte de un “cuerpo de robot” que “mató con mis propias manos”.
Créditos, El debate.
