CANCÚN. Entrevistada sobre el uso de barreras antisargazo, la investigadora de tiempo completo del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM en Puerto Morelos, con Licenciaturaen Ciencias Biológicas, especialidad ambiental, Universidad Autónoma de Madrid (UAM, España); Susana Enríquez Domínguez, alertó, no sólo sobre el hecho del material con que están hechas las barreras antisargazo, sino además sobre la futilidad de las mismas.
La también doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, UAM y Postdoctorado Freshwater Biological Laboratory, por la Universidad de Copenhague, expuso que lo que hasta el momento se está haciendo con el uso de las barreras antisargazo es tanto como colocar un ‘curita’ una pierna politraumatizada:
“Yo lo que veo básicamente es que es una ‘tirita’ (curita) para responder a un problema fuerte de un traumatismo, por ejemplo que te están cortando una pierna y tú quieres resolverlo con una tirita; no es ver la complejidad del problema sino intentar evitar que el sargazo genere un problema en la playa y es entonces, ver el problema en la playa y no en el significado que tiene para el ecosistema en su conjunto”, explicó.
Específicamente sobre las barreras expuso; “es un error pensar que puedes contener el problema con estas barreras, y suponiendo además que se hace bien y se hace en el supuesto de que se respetan todas las situaciones y también se permite –que nunca es posible porque una barrera es por definición una barrera- el paso adecuado a otros organismos, nunca va a responder; pero básicamente el problema del sargazo es uno que se está planteando desde el principio, mal y no se está poniendo el énfasis en donde está realmente el origen del problema y donde debería estar la solución y sobre todo, qué implicaciones tiene de cara a todo el ecosistema”.
El origen del problema son los nutrientes que hay anormalmente en el mar, explicó, y que esta alga sirve como transporte de esa fertilidad de donde ocurre anormalmente, a un lugar como el Caribe en donde su característica es mantener esa pobreza natural de nutrientes; entonces está entrando una cantidad enorme de nutrientes e innecesaria de fertilidad y la toxicidad que genera por la lentitud con la que se descompone en condiciones aeróbicas.
La forma de evitar el problema, explicó, es no olvidarse que está ahí presente de temporada a temporada de crecimiento, tiene una estacionalidad porque el planeta tiene una estacionalidad”, es decir, existe una temporada de reproducción y una más donde el problema es menor.
Uno de los problemas más graves de la colocación de barreras, es la concentración de nutrientes que se vierten al arrecife para el cual, esa presencia de nutrientes es mortal; “el sargazo suelta muy rápidamente sus nutrientes, si tú tienes una barrera y no lo sacas de inmediato, lo que estás haciendo es fertilizar tu arrecife”, un hecho que atenta contra la supervivencia del mismo”, concluyó.
Por Carlos Calzado/Grupo Cantón
