Estamos entrando al último mes del año, creo que al igual que todos, aún no puedo creer que otro año esté concluyendo. Con mucha nostalgia puedo decir que siguen siendo tiempos difíciles para todos y es por eso que quiero compartirles lo que ha significado la naturaleza para mí, un poco más desde el corazón. Al igual que mucha gente, yo también perdí a un ser amado y claramente me cambió la vida, es un proceso que no puedes comprender y tampoco crees que te pueda suceder. Cuando me pasó me sentí pérdida, pero es Justo cuando mas pude entender lo valioso de la naturaleza.
Les quiero explicar, perdí a mi Mi hermano, un amante del mar. Cuando él vivía a mí me aterraba siquiera meter lo pies al agua, entendía su amor porque es hermoso, pero no podía comprender cómo se metía y realizaba actividades.
Cuando falleció comencé a ir mas seguido, a admirarlo más, a obligarme a disfrutarlo y un día le perdí el miedo y ahora cada qué paso un minuto dentro, siento que mi hermano comparte junto conmigo.
Amo el mar por lo que es y por lo que representa para nuestra sola existencia, pero ahora lucho para que siga saludable y lo podamos disfrutar aún más, porque es lo que mantiene a mi hermano conmigo.
Otra sensación que hizo que me acercara a la naturaleza fue sentir el viento, sentir las plantas y disfrutarlas cada que me sintiera triste.
En cada hoja, en cada pez, en cada animal veo a mi hermano, siento su presencia y eso me reconforta, por eso , ahora más que nunca siento una conexión y un deseo más fuerte de cuidar y proteger la naturaleza.
Ahora cada que veo un amanecer, un atardecer, sé que él está aquí conmigo.
Creo que esto puede reconfortar a muchos quienes hemos perdido a alguien, y nos hará ver este mundo con otros ojos, unos ojos q valoran y que disfrutan.
Espero que si han pasado por la pérdida de un ser amado puedan encontrar paz en la naturaleza tal como lo hice yo. Los quiero y nos leemos la próxima semana.
