La levadura son hongos unicelulares, muy pequeños, que, para poder observarlos en detalle, necesitamos de un microscopio. Estos microorganismos son muy abundantes en la naturaleza y se encuentran tanto el suelo, en las plantas (semillas, frutas, flores, etc.), como en el intestino de los animales. Una de sus principales funciones es la de descomponedores primarios de la materia muerta de plantas y animales en muchos ecosistemas. Se alimentan de azúcares de los que obtienen energía durante el proceso de fermentación. Instintivamente tendemos a vincular la levadura con el pan y con la tradición panadera, pero ¡la tradición no significa que no cambien las técnicas! Bien sea que se trate de campos de aplicación innovadores o tradicionales, la levadura cambia constantemente. La levadura es una especie de fábrica microscópica que se puede utilizar para fabricar una amplia variedad de productos, desde alimentos como el pan, el vino y la cerveza hasta suplementos alimenticios y biocombustibles. Así como las fórmulas o recetas para preparar alimentos y bebidas, llevan muchos ingredientes más, tales como harinas, frutos, semillas y elementos químicos, además de la levadura como fermentador de los mismos, esta última por sí sola, no lograría el resultado obtenido cuando se combina con los demás, los productos degustables, exquisitos y hasta medicinales para algunos males. En la sociedad, sucede algo parecido, cada integrante social, tiene una función que cumplir y para que se den los resultados deseados, es necesaria esa convivencia e interacción, la toma de acuerdos, trabajo en equipo, colaboración y ayuda para la búsqueda del bien común; pero que sucedería si faltan la mayoría de los ingredientes o actores, si con el afán de tener reflectores en demasía, de hacer latente el poder al interior de algún grupo, de algún nivel de gobierno, del algún partido político, etc., entonces se pierde la sinergia, se desperdicia la oportunidad de liderar y lograr consensos y se debilitan o quedan anuladas las participaciones de otras personas. En sentido figurado, eso parece estar pasando y muy pocos nos damos cuenta; pareciera que ya no se siembran frutos (uvas), ya no hay trigo (harinas), ya no se incluyen los elementos químicos y entonces solo queda la levadura, o sea, solo quedan hongos unicelulares, muy, pero muuuy pequeños e insignificantes, tanto que ni con lupa logran verse o escucharse, ya no hay voces ni acciones que ayuden a que se voltee a ver hacia otro lado, que si hay de otra y esto daría como resultado que con solo levadura, ya no hay vino, cerveza, biocombustibles y mucho menos, pan.