Por Cristina Escudero
Una servidora ha sido insistente en el tema de la inseguridad en Quintana Roo, ya vimos caer a Alberto Capella como secretario de Seguridad Pública del estado por las malas decisiones que tomó al frente de la misma y ahora vemos a Lucio Hernández, un tipo serio, nada mediático a diferencia de su antecesor y quien poco a poco se ha ido ganado la confianza de los quintanarroenses, ya que está dando todo su esfuerzo para que la situación mejor en el estado. Hace unos días tuve la oportunidad de visitar las instalaciones del C-5 un complejo de seguridad que tuvo una inversión de más de 350 millones de pesos que controla más de dos mil 200 cámaras de videovigilancia en 450 puntos de monitoreo. Y también seis arcos de seguridad dotados de cámaras lectoras de placas y algunas de reconocimiento facial y datos biométricos. Ahí observé no sólo a elementos de la Policía Estatal, sino a uniformados de las unidades de Inteligencia, Guardia Nacional, Fiscalía del Estado, Protección Civil, Secretaría de Turismo y organismos que atienden casos de violencia de género. También tuve la oportunidad de platicar con gente de inteligencia que monitorea áreas de un alto índice delictivo y ¿saben qué?, creo que no hay excusas para que la situación mejore en Quintana Roo.
Estamos observados las 24 horas los siete días de la semana, con una precisión en cada una de las cámaras, a tal grado que se puede detectar si el vehículo que traes es robado o ha estado involucrado en algún delito. Sí, de verdad, no hay excusas, la situación en materia de inseguridad en todo el estado debe mejorar ya, aunque aún hay algunos contratiempos como la falta de personal y que por ejemplo en el municipio de Playa del Carmen no ha se han querido adherir al Mando único y esto complica el control de la seguridad en ese destino. Por lo pronto, Lucio Hernández, está haciendo su chamba, sin tantos reflectores de por medio como Capella.
