Queremos salvar el planeta y la vida en él, pero no estamos preparados para pagar el precio y asumir las consecuencias.
Toda expansión económica se basa en la energía. Los países que tienen energía pueden desarrollarse, los que no tienen energía no pueden.
¿De verdad crees que el cambio climático es nuestro mayor problema? Para aliviar este problema, los ciudadanos deben alejarse rápidamente de los combustibles fósiles y cambiar a energías renovables.
La verdad es que pronto nos quedaremos sin combustibles fósiles que puedan extraerse de manera rentable y que las energías renovables no son sustitutos adecuados. Sin embargo, esta narrativa es demasiado inquietante para la mayoría de las personas.
Todo lo que se puede decir es que las personas que manejan las cosas las han llevado a la decadencia y la ruina.
El mundo se dirige hacia un gran reinicio. El problema, la idea central del control central por parte de un gobierno mundial coordinado, está reñida con la realidad fundamental de los tiempos, que es que la vida está a punto de volverse mucho más local y todo lo contrario de centralizado. Todo lo que está organizado a gran escala está fracasando, imperios, corporaciones globales, ciudades, universidades gigantes, granjas gigantes, etc. Sus modelos de negocio están rotos. Las actividades que estas cosas representan necesitan volverse más pequeñas, más finas y más regionales. Dependiendo de lo que podamos rescatar y reutilizar de los remanentes fabricados de la modernidad, tendremos la suerte de volver a una vida vivida al nivel de principios de 1800. De lo contrario, si realmente continuamos, nos sumergiremos sin darnos cuenta en un mundo sin recursos.
Se prevé una gran escasez, los precios de los alimentos se dispararán, importantes hambrunas. Empeorando otras crisis económicas y los gobiernos caerán.
Así que me parece importante no seguir ciegamente la política y las reglas estadounidenses. La inflación actual monetaria está basada en la deuda.
Ser enemigo de Estados Unidos puede ser peligroso, pero ser amigo es fatal.
Europa pagó un alto precio por seguir la inepta política estadounidense de debilitar a Rusia mediante sanciones; misión no cumplida.