Quintana Roo: La belleza en peligro
El regreso del rey de la selva
Una mañana tranquila y soleada de Cancún, estaba trabajando cuando escuché los chillidos angustiados de una amiga: el Águila Pescadora. Revoloteaba por todo el cielo, gritando mi nombre:
—¡Sari, rápido! ¡Un jaguar está en peligro en Las Perlas (un condominio)! Llegó exhausto y corre peligro. Necesitamos de tu ayuda.
Sin pensarlo, salí y llamé de inmediato al veterinario y a una persona experta en este tipo de animales. Cuando llegamos, la gente estaba preocupada y alterada. Pedí al guardia de seguridad que ayudara a que todos se retiraran con calma a sus casas, para que el jaguar no se sintiera más amenazado.
Con tranquilidad, nos fuimos acercando. El jaguar estaba en la entrada de una casa del condominio, hermoso y majestuoso, pero visiblemente cansado y asustado. Me acerqué hablándole:
—No te va a pasar nada, rey de la selva… ya estás a salvo.
Poco a poco, con ayuda del experto y el veterinario, logramos tranquilizarlo. Fue un momento de respeto y conexión profunda: entender que este rey estaba reclamando lo que un día fue suyo, su territorio perdido entre concreto y ruido.
La policía federal, que entonces sí apoyaba de forma efectiva, llegó para respaldar el operativo. La unión de la comunidad, las autoridades y nosotros permitió que todo terminara bien: el jaguar fue trasladado a un lugar seguro, para después reintegrarlo a un área donde pudiera vivir sin amenazas.
Ese día reafirmé lo que siempre he creído: cuando la selva llama, no podemos ignorarla. Cada vida que rescatamos es una esperanza para que la naturaleza vuelva a respirar.
Sara Eugenia Rincón Gallardo y García
Presidenta de Luum Balicheo
Sociedad Protectora de Animales