Este sábado se rompió el récord, desde que inició la pandemia, en el Aeropuerto de #Cancún, con 567 operaciones programadas y al alza. Desde luego, sabíamos que esto ocurriría, aunque los más conservadores habrían apostado a los meses de inicio de año para que estos números se reflejaran; sin embargo, era de esperarse. Este éxito no sólo representa disciplina, paciencia, sobre todo, una cuantiosa inversión por parte de los empresarios del estado.
Si recordamos la forma en que se dieron las circunstancias en Quintana Roo, recordaremos que, mucho antes de que se anticipara el regreso paulatino de operaciones aéreas en el Aeropuerto Internacional de Cancún, se sentaron las bases de lo que tendría que ser la nueva forma de recibir turistas.
Con muchas condicionantes, por ejemplo, instalaciones para recibir a los clientes como tapetes para desinfectar las suelas de los zapatos, dispensadores de geles desinfectantes, sanitización de espacios y vehículos; adecuación de espacios para garantizar la sana distancia de los visitantes; pero, por encima de todo ello, la necesidad de capacitar al personal en la “Nueva Normalidad”.
Toda esta inversión, la ha hecho el sector empresarial, a manera de una apuesta a tiempos mejores, en tiempos de no tener garantías del tiempo en que regresaríamos al semáforo verde, vaya, ni siquiera la certeza de que las cosas habrían de mejorar.
Por su parte, la autoridad hizo lo suyo; desde la federación se trabajó en garantizar que todos los mexicanos recibiéramos las dosis necesarias para combatir a la pandemia.
Habilitando los hospitales Covid que fuesen necesarios en todo el país; adecuándose a la falta de personal capacitado en ciencias médicas, toda vez que las administraciones pasadas apostaron a desmantelar el sistema nacional de salud.
Los estados, y en particular, Quintana Roo, apoyando a los ciudadanos que se quedaron sin trabajo, sin ingresos y por lo tanto, sin la posibilidad de cumplir con sus obligaciones impositivas.
Los Ayuntamientos, coordinados con los otros dos niveles de gobierno y brindando el apoyo requerido con su propio personal; fue un esfuerzo colectivo que por fin, logra recuperarse de un año perdido.
La temporada de invierno será exitosa, es vital que no bajemos la guardia para que la reactivación continúe.
Recientemente, nos ha golpeado una tercera oleada de contagios, a través de una variante o mutación denominada Ómicron, que, afortunadamente, no es tan mortal como las otras, pero que sí, ataca de forma más violenta a quien no se ha aplicado las dos dosis de la vacuna disponible.
Por ello resulta fundamentalmente que revisemos quiénes nos faltan por vacunar, de forma que podamos instrumentar una campaña de concienciación para llamarlos a ser más responsables y se apliquen las dosis completas, a fin de seguir por el mismo sendero de los éxitos como destino turístico.
