Jorge Gómez Naredo
Están enojadísimos. No saben ni qué hacer. Y es que el martes volvió a volar Mexicana de Aviación. Les molesta mucho eso, y lo han dado a conocer por todos lados. Echaron a andar una campaña de desprestigio: que si el primer vuelo no llegó a tiempo, que si la nueva aerolínea tiene pocos aviones, que si se equivocaron en escribir la marca del constructor de los aviones, que si el avión “se perdió” y no llegó a su destino.
Así han sido sus críticas, y es que están fúricos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió hace unos meses que el Estado mexicano volvería a tener una aerolínea, y lo cumplió. Y no sólo eso, tiene el nombre de una de las aerolíneas emblema de nuestro país. No fue fácil, porque para conseguir esa marca se precisó de muchas reuniones con ex trabajadores de Mexicana, pero se logró.
La aerolínea tiene su base de operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que es una obra también construida en este sexenio. Posee actualmente rutas a Campeche, Yucatán, Nuevo León, Sinaloa, Jalisco, Quintana Roo y Baja California, y pronto tendrá a muchas más entidades del país, porque se adquirirían aviones nuevos y otros se alquilarán.
La oposición está enojada porque, en estos meses, el gobierno de López Obrador ha inaugurado muchas obras. Primero fue el Tren Maya, después el Tren Interoceánico, y ahora Mexicana retoma el vuelo. No saben cómo enfrentar a un gobierno que ha dado resultados, y que en tan sólo cinco años construyó dos aeropuertos (AIFA y el de Tulum), una refinería, dos trenes, y echó a andar una nueva aerolínea. Esto además de todos los programas sociales, como el de las pensiones a adultos mayores, que benefician a millones de personas.
La oposición, en lugar de idear un proyecto de nación coherente y atractivo, se dedicó en estos años a hacer una campaña de guerra sucia en contra del presidente. Y pues no tuvieron éxito, y ahora están a la deriva, con una candidata en la cual nadie cree, con desprestigio, con enojo, y sin rumbo. Y pues, la verdad, se lo merecen. Por todo el daño que hicieron cuando fueron gobierno: eso el pueblo jamás se los debe perdonar.
