JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredo
En su conferencia de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la posibilidad para que, en un tiempo relativamente corto, circulen más trenes de pasajeros en México (además del Tren Maya y del Interoceánico).
Hay que recordar que el pasado 20 de noviembre el mandatario emitió un decreto donde insta a las empresas ferroviarias concesionarias de las vías para trenes de carga opten también para ofrecer el servicio de pasajeros. En caso de no querer, otras empresas o el mismo Estado lo podrá hacer.
En la mañanera de ayer, el mandatario afirmó: “nosotros emitimos un decreto para, primero, pedirles a las empresas que tienen la concesión que expresen su interés en hacerse cargo también del transporte de pasajeros por las vías que se tienen en todo el país. En caso de que ellos no estén de acuerdo, el Estado puede concesionar a otras empresas o puede el Estado de manera directa operar los trenes de pasajeros, como se están operando ya los trenes en el sureste, el Tren Maya ya es una operación del Estado a través de la Secretaría de la Defensa”.
El mandatario abrió la posibilidad para que se comiencen a operar trenes de la Ciudad de México a Querétaro, Nogales, Mexicali, Ciudad Juárez, Monterrey, Laredo, Piedras Negras, etcétera.
Evidentemente, durante el sexenio de López Obrador no operarán más trenes, sin embargo, se pueden dejar sentadas las bases para que la próxima administración (que muy probablemente encabece Claudia Sheinbaum) lo haga. Eso es parte de la continuación de la Cuarta Transformación.
Y es que la industria ferroviaria de pasajeros no sólo detonaría comercio y generaría empleos (como lo hizo en el Sureste), sino que se consolidaría una industria muy fuerte y con muchas posibilidades de expansión.
Parecía imposible que los trenes de pasajeros volvieran México en tan corto tiempo, pero ya es una realidad. La gente decidirá si quiere continuar con la construcción de trenes de pasajeros, y lo hará vía el voto para Claudia Sheinbaum y Morena.
