Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz; la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz. Lo anterior lo afirmaba Maria Montessori y coincido en que conforme pasa el tiempo y las nuevas generaciones se van formando y adaptando a los nuevos tiempos, esas palabras tienen más vigencia.
Educar para la paz es propiciar el desarrollo de habilidades y la adquisición de herramientas que permitan a las personas y a los pueblos convivir de forma pacífica, o lo que es lo mismo, vivir sin violencia. Este proceso lleva implícito la asimilación de valores como la justicia social, la igualdad, la cooperación, la solidaridad, el respeto y la autonomía.
Una manera efectiva, por tanto, de llegar a ser ciudadanos y ciudadanas comprometidos con el cambio social y la construcción de la paz, es a través de la promoción y el desarrollo de un sistema educativo que institucionalice la Educación para la Paz en la vida de los centros escolares.
Antes de hablar de cultura de paz, es necesario educar con esa visión y para lograr educación para la paz es fundamental contar con personas preparadas que estén dispuestas a formarse y posteriormente formar a las nuevas generaciones con esa visión clara y contundente y la educación es la alternativa.
Ni las personas que participan en política, ni en religión y ahora tampoco las familias han logrado contribuir en la formación de ciudadanas y ciudadanos que contribuyan a una sociedad en paz, sino todo lo contrario, cada día hay más violencia y se expande como la mala hierba, hasta los últimos rincones de cada sociedad.
Para atender la situación planteada, como un primer esfuerzo, en semanas pasadas se llevó a cabo la instalación del Consejo Quintanarroense para la Construcción de la Paz y Reconciliación (COQPARE) integrado por voluntarias y voluntarios de diferentes asociaciones e instituciones varias, en la coincidencia de querer actuar en pro de la construcción de una mejor sociedad, estaremos trabajando arduamente para fomentar la educación para la paz y generar las condiciones que permitan consolidar una cultura de paz e igualdad.
La invitación está abierta para que todas y todos aquellos que deseen sumarse a este esfuerzo, lo hagan con la firme esperanza de que todo es posible con la fuerza de voluntad que mueve montañas y con la fe de que una mejor sociedad es posible.
La paz es posible y se encuentra en el corazón del ser humano. Prem Rawat.