Lo que en un momento se anunció como un gran beneficio para los ciudadanos porque contribuía al libre mercado en trasporte marítimo se ha convertido en uno de los emblemas de la corrupción de Roberto Borge.
Durante mucho tiempo el l transporte entre Cozumel y Playa del Carmen estaba concentrado en dos empresas, situación que hacía muy costoso el transporte aun para los locales. Cuando surge la empresa Barcos Caribe, el libre mercado reduce los costos e inmediato. Pero esto era solo la imagen, por supuesto que se pudo ofertar de esa manera puesto que como más adelante se descubrió todo el capital para ello provenía de disponer de manera discrecional de los recursos del Estado para crear la naviera propiedad de los prestanombres del hoy preso exgobernador Roberto Borge.
Y así como nació producto de la corrupción así continuó operando, sus permisos irregulares, la falta de pago de impuestos, colocar sus taquillas contraviniendo a la norma, evasión de impuestos entre otros. Pero nada de esto pudieron advertir las autoridades federales, mucho menos las Estatales, no fue sino hasta que se da la alternancia en el Gobierno Estatal y las denuncias ante las autoridades fiscales que comienzan a ver la manera tan irregular en que operaba.
Y es que esta empresa con miles de movimientos al mes declaraba tanto IVA como ISR en ceros. Y pese a ello, hace aumento de capital por casi 40 millones de pesos con la compra de más barcos sin que los socios acrediten la procedencia lícita del dinero.
Ante esto se ampararon y en plena burla siguieron vendiendo y operando. Les retiraron sus módulos de venta irregulares y siguieron operando. Pese a todo esto la gente seguía comprando y utilizando este servicio.
Lamentablemente en este país para que reaccionemos sobre los alcances de la corrupción tenemos que tocar fondo, esto sucedió con la explosión que se dio el día miércoles de uno de los Barcos lesionando con esto a varias personas que estaban en ese momento.
Se dice que la posible causa es una falla mecánica. Esta es una versión muy creíble, ¿qué otra cosa podemos esperar de una empresa que ha funcionado al margen de la ley desde que inició sus operaciones y que es marcada por el sello Borge?.
Esto nos hace reflexionar sobre los efectos de la corrupción, no solo es el enriquecimiento de los políticos o el “ahorro” o beneficio de unos particulares, son los efectos colaterales que surgen, en este caso son varias personas lesionadas. La corrupción en la edificación de carreteras cobra vidas como el ejemplo cuando surgen socavones producto de una deficiente construcción o infraestructura de mala calidad. O con el proyecto tajamar que pretende acabar con una reserva o la devastación de zonas protegidas, el agua en lugar de tratamiento de vacunas para el cáncer. Entre muchos otros tristes y trágicos ejemplos.
Seguramente esta empresa seguirá operando al margen de la ley con la ayuda de amparos y suspensiones, sin embargo depende también del ciudadano evitar este tipo de empresas cuando sabemos la procedencia ilícita y que están al margen de la ley. Exijamos que cumplan con la norma y con los permisos, seamos consumidores responsables.
Si bien es cierto es necesaria una libre competencia esta se convierte en desleal cuando el capital para la empresa proviene del recurso que debe destinarse a obra social. Como consumidores tenemos el poder para contribuir a que las cosas en México estén bien hechas. Dar la espalda a la corrupción es responsabilidad de todos.