He aquí navegando en las rápidas aguas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien ipso facto tiró anclas para la contienda del 2018 para renovar la Presidencia de la República, tras la consabida señal desde Los Pinos. Quintana Roo
Habemus precandidato en la persona de José Antonio Meade Kuribeña, una figura política fresca que ya nos están vendiendo por su preparación, conocimiento y experiencia en el servicio público mexicano.
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A diferencia del presidente Enrique Peña Nieto, a quien como candidato se le explotó su trayectoria política, e imagen juvenil y alineada, pero acartonada; a José Antonio Meade nos lo presentan como un hombre de conocimiento, de figura sencilla y afable (sin la protocolaria corbata), de carne y hueso, con comunicación política, que en su primer discurso como precandidato, ya se comprometió a combatir la corrupción (tema que ya no será exclusivo del morenista Andrés Manuel López Obrador); el asunto que hoy día le duele más a los mexicanos.
Y en el escenario local, en Quintana Roo tiene agitados a propios y extraños, verbigracia al priismo felixista-borgista quien hace hasta lo imposible para acercarse al precandidato presidencial, del que están muy alejados.
Y es que en las cartas de navegación hacia José Antonio Meade Kuribeña, de los políticos, el único que tiene picaporte, acceso directo, es ni más ni menos que el gobernador del cambio, Carlos Joaquín González.
Los demás, harán su mejor intento, y hasta ahí.
Por añadidura, son buenas noticias para Quintana Roo, de ganar el precandidato priista (virtual candidato en alianza con otros partidos, o por lo menos con importantes grupos políticos en el país), la buena relación entre José Antonio Meade y Carlos Joaquín González (del mismo perfil, gobernador sin partido, sí de alianza), facilitará las relaciones y las gestiones con el gobierno federal en apoyo al principal Estado con vocación turística.
Es un secreto a voces que al perder la nominación priista, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ipso facto descobija a sus seguidores, verbigracia al priismo felixista-borgista en Quintana Roo que ve frustrada su permanencia en el poder político.
Y para colmo de los males, su líder el ex gobernador Félix González Canto, hace varios ayeres desairó al poderoso operador de la candidatura de José Antonio Meade Kuribeña (quien ya fue palomeado por Estados Unidos), el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso; a quien citó en Quintana Roo y no recibió a propósito de negocios de alta rentabilidad, dejó plantado al otrora operador financiero de importantes firmas financieras.
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