Después de tanto buscar y no encontrar, doña Marcy instruyó a su hija para que aplicara el suero inyectable a la enferma recostada en su cama con un aspecto moribundo, la hija obedeció, introdujo la aguja y abrió la llave del suero, para que minutos después se armara el caos, debido a la grande burbuja que se había levantado en el antebrazo de la receptora del suero, ya que la inexperta joven había dejado solo debajo de la piel y no en la vena, la aguja conductora del suero.
Siete personas se señalaban una a otra, tratando de deslindarse de la responsabilidad, la abuela culpaba a doña Marcy y ésta a la vez a su hija y a otros parientes que se desentendían por completo de la situación, fulano culpaba a la falta de servicios médicos y zutano a la abuela por dejar pasar tanto tiempo sin atender la salud de la enferma y ésta última solo gritaba improperios a todos los demás, al escuchar a doña Marcy que preguntaba ¿Quién va a dar el frente?
Todo lo importante que se desatiende y se deja al tiempo, llega a ser urgente y en muchas ocasiones hasta desastroso, y este círculo vicioso aplica a todo y a todos, llámese falta de transporte público de calidad, basura en las calles, delincuencia, vialidades en mal estado, alumbrado público, servicios de salud, inseguridad, desintegración familiar, entre muchos más.
En seguimiento al caso inicial, de la aplicación de suero como solución a un problema grave de salud para una persona, así es como sucede cuando se agudiza cada una de las necesidades que son desatendidas en tiempo y forma, como la inseguridad, basura, alumbrado, etc.
Y se convierte en desaparición de personas, riñas callejeras, atracos a transeúntes, calles oscuras o zonas inseguras, ¿quién va a dar el frente?
Hay un dicho popular que aplica perfectamente al análisis de estas situaciones y es precisamente el que dice:
“Más vale prevenir que lamentar” o “más vale la prevención que la corrección” y es justo en este sentido en el que muchos ciudadanos se preguntan constantemente, ¿por qué esperar a que suceda un accidente para tomar cartas en el asunto?, ¿por qué esperar a que venga el tiempo de lluvias para desazolvar los pozos de absorción?, ¿por qué esperar a que haya una joven desaparecida para mandar a reparar el alumbrado público?, ¿por qué esperar a que haya accidentes automovilísticos para instalar semáforos?
Luego entonces nos preguntaremos unos a otros, ¿quién va a dar el frente?