La democracia es una forma de gobierno en la que todos los ciudadanos adultos ejercen el poder y la responsabilidad cívica, ya sea directamente o por medio de representantes libremente elegidos. La democracia se basa en los principios del gobierno de la mayoría y los derechos individuales. Las características de una democracia en plenitud, son: Igualdad y Libertad, Representatividad, Constitucionalidad, Descentralización de decisiones, Derechos Humanos, Garantías a los derechos, Participación política y pluralismo y Herramientas democráticas complementarias como Los plebiscitos (consultas) y los referéndums.
Una democracia pasa por varias etapas antes de su verdadera consolidación y en cada sociedad varía cada uno de estos períodos, dependiendo de la madurez de los ciudadanos que la conforman y podría asemejarse como las etapas del propio ser humano, que aun cuando podrían generalizarse, también depende de varios factores para que logre la madurez de un adulto.
Decía la Madre Teresa de Calcuta que la madurez no necesariamente llega con el paso de los años, sino más bien cuando el individuo se hace responsable de sus actos y asume los resultados y consecuencias de los mismos.
Por lo tanto, si consideramos que la democracia tiene sus etapas previas para llegar a la madurez o consolidación, podríamos relacionar que la democracia en México se encuentra en su etapa adolescente, aun cuando podría ser una adolescencia con rasgos de madurez o en caso contrario con grandes retos aun por cumplir y con muchos años por delante para consolidarse.
La academia americana de pediatría en el año 2003 publicó un artículo donde describe la adolescencia como, esos años desde la pubertad hasta la edad adulta, la cual se pueden dividir en tres etapas: adolescencia temprana, media y tardía y se manifiesta en el desarrollo físico, intelectual y emocional.
