Los fanáticos del futbol viven este deporte como una religión.
Un tema que está más allá de cualquier problema social o político, que les interesa años luz de la realidad que los rodea, sea cual sea su clase social.
Entre estos, quienes siguen al equipo de la UNAM, a los “PUMAS”, lo hacen con una fidelidad sin calificativo. Con una entrega a la “camiseta” que ya querrían muchos políticos mexicanos. Los partidos que juegan se convierten en asunto de “vida o muerte”.
Por eso el cambio de la presidencia del equipo se convierte, siempre, en un asunto de la mayor importancia. Y ahora, con la reelección del rector de la UNAM, el doctor Enrique Graue, un oftalmólogo que sigue siendo muy respetado pese al cargo, surge el nombre de Ramón Neme Sastré para presidir a ese equipo de fútbol.
Que, hay que insistir, no es un asunto menor.
Neme Sastré, el mayor de los hijos de mi entrañable Salvador Neme Castillo, que fue en su día, contra lo que dicen algunos biógrafos, uno de los primeros impulsores de Andrés Manuel López Obrador, cuando fue secretario de Gobierno en Tabasco y el hoy Presidente era un activista social que sembraba hortalizas, va a ser el próximo responsable de los “PUMAS”. Por querencia, como todo lo que sucede en el fútbol mexicano.
Es un empresario lo que sigue de exitoso que podría estar alejado de todo lo que implica reflectores, al que no le gusta la política, que cree en valores humanos para muchos en desuso, como la lealtad o la amistad,
Ya no quiere ganar nada, o si se prefiere, ya ganó lo que quería ganar, ya tiene su espacio en el universo perfectamente delimitado. Sin embargo, el fútbol es el fútbol, y si como todo indica Ramón Neme es el nuevo presidente de los “PUMAS”, quienes habrán de ganar estarán en la cancha y en las gradas.
¿Alguien se atrevería a imaginar al país, en cualquier crisis política, en cualquier cantidad de cambios, en cualquier tragedia nacional, sin su mayor asidero: El fútbol? No, porque todo lo demás tiene solución u olvido para millones de mexicanos.
Y en referencia a los “PUMAS” Ramón Neme no puede sino traer la abundancia…
