Según dicen los interesados, las campañas políticas de los candidatos “perredistas” seguirán los lineamientos panistas… o sea que serán, en los hechos, subordinados de los panistas.
Arreglo interesante porque resulta más que difícil imaginar a un candidato perredista, de Izquierda, como Julián Ricalde promoviéndose como panista.
A lo que debemos agregar la circunstancia de que el candidato presidencial del PAN, y su campaña política, no adelantan en ninguna encuesta.
Por lo que podrán contagiar, los panistas, de su anticipada derrota a los perredistas.
Por lo menos en teoría.
En ese ámbito resulta significativo que Javier Lozano, que inició su carrera política en el PRI, destacado panista con Felipe Calderón y luego en Puebla, se haya “cambiado” de partido político para convertirse en colaborador del priista José Antonio Meade.
¿Veremos algún caso así en Quintana Roo?
¿O sería más fácil que Raymundo King y muchos de sus “colaboradores” se convirtieran en panistas? Si los dejasen, claro.
¿Qué aporta estos cambios de partido?
Al gobernador Carlos Joaquín el PRD y el PAN le proporcionaron, precisamente, una plataforma política. Pero ningún quintanarroense puede pensar que fueron esos partidos los que ganaron, porque la gente votó por Carlos y lo hubiese hecho bajo cualquier sigla partidaria.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador durante su gira por Veracruz hizo un llamado a los “panistas” para que se sumen a su candidatura, para que lo respalden y “renuncien al PAN”.
Recordemos que en las dos elecciones presidenciales pasadas él ganó en Quintana Roo.
Y ya comenzamos a ver la “cargada” Morenista.
¿En qué nos afecta que Javier Lozano sea ahora priista? Debería preocupar a los priistas, y a quienes todavía piensen votar por ese partido porque Lozano fue acusado por el chino Zhenli Ye Gon, aquel que tenía en su casa montones y montones de dólares, de haberlo amenazado “coopelas o cuello” para que guardase esos 205 millones de dólares para, supuestamente, la campaña de Felipe Calderón.
Y por si fuese poco, habría sido Lozano quien presionó al empresario Joaquín Vargas, en la primera etapa del programa de Carmen Aristegui, para despedirla.
Ahora está en la campaña con el candidato “ciudadano” José Antonio Meade aportando sus “conocimientos” …
¿Veremos estos “bandazos” partidistas en Quintana Roo o ya quedamos curados de espantos tricolores?
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