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noviembre 24, 2024

Letras de cambio

Mara se lava las manos…

En los hechos no se había hecho responsable de la seguridad, así que doña Mara Hermelinda Lezama simplemente formalizó una realidad: Capella será quien mande en Cancún.

Lo que no es, de entrada, malo. No hay forma en que se empeore lo que está catastrófico.

El secretario de Seguridad Pública del Estado, Alberto Capella, ya había anunciado su intención de instaurar el “mando único” en el Estado. Nuestra Constitución lo tiene previsto puesto que le otorga facultades al gobernador en turno para tomar el mando de todas las policías en automático.

¿Qué sigue? Se antoja un trabajo tremendo, casi imposible, la transformación de la policía municipal de Cancún. Que será, definitivo, el primer paso para encontrar el camino a la seguridad.

Romper cualquier tipo de complicidad u omisión que pudiese haber entre criminales y policías municipales, que son los primeros “respondientes”, resulta esencial.

¿Se puede hacer?

Esa es la gran pregunta. Por mucho tiempo los jefes policiacos de Cancún no quisieron o no pudieron hacerlo. Se trata de convicción, pero también de dinero. De romper círculos viciosos y tener con qué sustituir lo que está mal. No es fácil.

Lo señora Lezama, por lo pronto, consiguió estar fuera de las recriminaciones diarias por los muertos, por la violencia, por la inseguridad. Se convierte en un ciudadano más. ¿Eso es lo que querían quienes votaron por ella? O mejor preguntamos si había de otra…

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Por su parte Capella se compra, una más, la “rifa del tigre”. Y tiene que atender dos vertientes complicadas, la multicitada incidencia criminal en aumento, con total impunidad, frente a autoridades federales que son omisas o por lo menos no han tenido resultados que valgan la pena, y por la otra los policías.

Ya dijo que en la policía de Cancún hay una “especie de autogobierno” como en las cárceles. ¿De qué manera podrá solucionar esto? Porque no parece que los policías, debe haber intereses grandes de por medio, estén dispuestos a disciplinarse en automático.

¿Se trata de comenzar con una verdadera limpia? Porque entonces tal vez habría que echar a la calle a la mitad de los elementos de la policía municipal. ¿Esto, que dejasen de ser policías, ayudaría a disminuir la criminalidad o la aumentaría?
¿Es posible limpiar, transformar a fondo la policía de Cancún? Por lo pronto hay un nuevo responsable a quien reclamarle todo lo que suceda: Alberto Capella.

Y si hace bien las cosas, también tendremos a quien reconocer…

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