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noviembre 22, 2024

Letras de cambio

Los aviones militares, a remate

Estaba leyendo, preguntando, escribiendo sobre hojas de papel cuando varios generales dejaron de desayunar y salieron corriendo. En la mesa donde estábamos nos intrigó qué podía querer el presidente López Obrador fuera de programa.

Sobre todo, en un acto tan castrense, donde los tiempos están medidos hasta para servir un café. Desayuno para conmemorar el Día de la Fuerza Aérea en las instalaciones militares de Santa Lucía.

Donde la igualdad femenina es tan exacta que el baño de mujeres tiene mingitorios. Ignoro, obvio, cuál será su uso o si es un principio para que los baños sean “mixtos”.

Al terminar su discurso, que provocó la mejor aceptación entre los asistentes porque prometió que no se afectaría la zona habitacional militar con la construcción del nuevo aeropuerto en estas instalaciones, López Obrador se fue a dar un baño de pueblo militar, como en campaña, al saludar a las familias de militares que lo esperaban en la avenida.

Y, también, fue a poner en venta los aviones militares. O, por lo menos, algunos de éstos. Los que costaron millones de dólares el sexenio pasado y eran utilizados por familiares del anterior secretario de la Defensa Nacional; “transporte VIP” se llamaban. Varios jets, uno de ellos nuevecito, el más moderno del mercado.

También incluyó en este remate de aviones a las otros aeronaves presidenciales, a la flota área que estaba al servicio del presidente en turno, y que cada fin de semana transportaba a Peña Nieto a jugar golf.

A esta publicitación de la venta, de cara a los mismos aviones, le acompañaba, muy contento el secretario de la Defensa Nacional.

Esto porque minutos antes había anunciado que el dinero que se gane en la nueva terminal aeroportuaria de Santa Lucía, que por cierto se llamará “General Felipe Ángeles”, se entregará íntegro a la Secretaría de la Defensa Nacional para fortalecer su presupuesto.

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En el desayuno recibieron un homenaje los tres militares sobrevivientes del Escuadrón 201, que son en verdad héroes de guerra.

Durante el desayuno, basto, se exhibió un video sobre la Fuerza Aérea y sus aviones. Varios militares, algunos invitados, dijeron en voz baja que había sido un error porque le iban a dar la idea de venderlos… Y así fue. Que venga el dinero para lo que se necesita en la Sedena: vivienda, hospitales, medicinas… Y que se vayan muy lejos los aviones de lujo.

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