Y falta que diga lo demás.
Que es el dinero, muchos millones de pesos, que le entregó a Peña Nieto, a si se prefiere, al PRI por instrucciones de éste. ¿A través de Miguel Osorio Chong? Como que ya hubo un pleito entre ambos.
Javier Duarte desde la cárcel quiere figurar. Quiere castigar. Quiere montarse al tren del futuro. Quiere decir.
Comenzó dando a conocer lo que siempre supimos: Que no hubo captura, que su entrega en un hotel de Guatemala fue pactada, a cambio de que su familia se fuese. Con mucho dinero, es de suponer, por más que llora que viven de prestado en Londres.
Lo fácil, con un poquito de voluntad política, era, es todavía hoy, poner en la cárcel a Karime Macías de Duarte, porque sus excesos están de sobra documentados, incluyendo el rancho con sus caballos pura sangre, o la forma en que ordenaba que le entregasen las “cuentas” a ella, o todavía más clarito, todas las casas en el extranjero que ordenó comprar.
En cambio, por esa entrega pactada, la familia, ella, sobre todo, viven como ricos en Londres.
Lo que agrega algo a la historia del exgobernador de Veracruz, es el testimonial que comprueba que lo que publicamos, vaya que yo lo manifesté en todos los espacios, es cierto. Que no hubo una investigación y una detención por parte de la entonces PGR.
Y quien queda como la basura es Omar García Harfuch. Porque quien lo detuvo, quien está en todas las grabaciones, es precisamente él. ¿Obedecía órdenes superiores? No importa, de entrada, frente a las declaraciones de Duarte, hay que perderle toda la confianza.
¿Por qué es importante? Porque la señora Sheinbaum lo nombró el policía más importante de su gobierno. Justamente a alguien que sabe fingir detenciones. No sabemos a qué otros cochupos, trampas, mentiras del anterior gobierno se prestó.
Quiero suponer que mi entrañable amigo Javier García Paniagua, su padre, no tuvo tiempo de educarlo. Porque sorprende enormidades que no tenga el mínimo aprecio por la verdad, viniendo de una familia que siempre privilegió ser integro, ser leal, ser auténtico.
Y García Paniagua no mentía.
Con las declaraciones de Javier Duarte queda constancia de que las autoridades de la PGR, el señor García Harfuch, se prestaron a una mentira, fueron cómplices de la impunidad otorgada a quienes robaron y robaron y robaron en Veracruz.
¿Por qué? No importa por qué lo hicieron, sino que de esta manera permitieron que Karime, la madre, los hijos, vivan en Londres.
¿Qué podemos esperar en la Ciudad de México? Porque García Harfuch fue nombrado jefe de la policía de investigación de la CDMX. Y si va a investigar con los patrones de conducta, mentiras y trampas, cochupos, que protagonizó en la PGR, no podemos esperar sino ser, otra vez más, víctimas de la Policía.
Todavía hay mucho miasma a repartir desde la cárcel donde cumple su mínima condena Javier Duarte, y seguramente va a seguir saliendo. Por lo pronto destruyó la imagen del “coordinador de Inteligencia” del gobierno de la CDMX.