Ni siquiera porque participaron los marinos, el presidente se atrevió a meter las manos al fuego en su favor. Ni siquiera tuvo palabras buenas, de mínima defensa para los protagonistas de lo que, según el juez, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, fue un montaje. O algo peor.
El mega operativo de Tepito pretendía “entronizar” a Omar García Harfuch, que se imagina el mejor “policía bueno” del mundo. Que según muchos expertos tiene muy poco conocimiento de la realidad de la Ciudad de México. Justo días después de los sucesos de Culiacán decidieron entrar a una de las zonas más calientes, podridas de la capital del país. Y no de ahora, son muchos años de complicidad oficial con los delincuentes y vendedores de droga.
Una versión dice que la localización de los túneles se debió a un trabajo de inteligencia de varios meses de la Secretaría de Marina. Lo que no reconoció abiertamente Harfuch, parte de la soberbia que lo caracteriza, años de distancia con su padre Don Javier.
En ese mega operativo encontraron armas, droga, pero se les fue el que buscaban: “El Lunares”, Oscar Flores, líder de la Unión Tepito. El mismo que se pasea por las calles de la zona con total impunidad, rodeado de hombres armados.
¿Pitazo, mera ineptitud?
De acuerdo con las declaraciones de 27 de los 31 detenidos, que fueron puestos en libertad, la policía de Harfuch los secuestró de un domicilio cercano donde estaban en una fiesta.
Por lo que el juez Delgadillo Padierna habló de una “detención fabricada”, de que se ejerció violencia contra los detenidos, y que estaba mal integrado el expediente.
¿Volvimos a tiempos que millones de mexicanos pensábamos que estaban muy lejanos de nuestra realidad?
Por las declaraciones, sin dar la cara, solamente su voz, de Omar García Harfuch es obvio que no estuvo presente en el operativo. Que no vio lo que sucedió. Que no pidió explicaciones o que se conformó con lo que quisieron decirle sus subordinados.
¿Una trampa? Si lo fue, Harfuch se metió solito.
Al ser interrogado en la conferencia de prensa mañanera, el presidente López Obrador no dijo una palabra a favor del publicitado secretario de seguridad de la Ciudad, no defendió este operativo en lo absoluto, aunque sí refrendo su confianza en Claudia Sheinbaum.
¿Conoce el primer mandatario al hijo de Don Javier? No pareció a juzgar por su intervención. Por el contrario, se pensaría de un total desconocimiento de esa “carrera policial” que se presume única en el país. Y que, obvio, no parece servirle para enfrentar la realidad.
Un operativo fallido porque el juez dejo en libertad a 27 detenidos. Un escándalo. Un golpe fuerte contra el gobierno de la CDMX. Y un mandatario que no defiende a la policía de la CDMX que gobierno una persona de tu total confianza, al contrario, pide que se investigue y promete dar a conocer los resultados que se obtengan.
Un mito se estrelló en el pavimento de la realidad para hacerse añicos.
Lo que sigue de mal inicio para un “súper policía” que llega a su oficina sin portar el uniforme de la institución a su cargo…