En Quintana Roo podemos sentirnos muy satisfechos del proceso electoral, fue un proceso democrático ejemplar y pegado a la legalidad.
Debemos reconocer que el gobernador Carlos Joaquín González no metió las manos, como acostumbraban sus antecesores. Lo declaró en tono firme y lo cumplió: “¡Yo no tengo candidatos! Lo que sí tengo es el deseo de que haya orden, paz y tranquilidad a la hora de elegir”.
El mandatario prometió que todos los partidos y candidatos recibirían la total certeza de que las elecciones serán democráticas y abiertas y enfatizó que: “que gane aquel que la sociedad decida. Que así sea”
A los medios de comunicación no se les impuso una “línea” desde el gobierno del estado, como se acostumbraba en los sexenios anteriores, la realidad es que la forma de gobierno de Carlos Joaquín González se apega más al respeto de las leyes, a las reglas. Sin duda, un gobernante demócrata.
Andrés Manuel López Obrador visitó varias veces Quintana Roo y jamás tuvo obstáculos, de hecho el mensaje siempre fue de “bienvenido”. Como el gran pueblo turístico que somos, también supieron traer al hoy presidente electo de México.
Sus candidatos operaron sus campañas libres y sin persecusiones. Carlos Joaquín sabe lo que se significa la guerra sucia, las persecuciones, las amenazas los bloqueos, los insultos… Félix y Borge operaron sin piedad sobre él, ¿quién no lo recuerda?
Hoy Quintana Roo puede sentirse orgulloso de vivir una fiesta democrática la expresión ciudadana. En el sufragio se expresó en voz de cambio. Morena hoy gobierna las capitales de Quintana Roo y seguramente lo hará de la mano de un gobernador respetuoso de la ley.
Ganamos Todos