La construcción de paz es un proceso que requiere de transformaciones profundas en una sociedad, además de nuevas normas, leyes, programas, proyectos y ajustes institucionales para la implementación del acuerdo final, la sociedad en general requiere ir construyendo nuevas formas para relacionar los patrones culturales, las actitudes y los comportamientos nuevos que se van adquiriendo de manera individual y colectiva en el marco de las nuevas actitudes y tendencias generacionales y van marcando nuestras formas de relacionamiento y construcción de sociedad, ciudad y país, en otras palabras como sociedad se está frente al reto de pensar, sentir y hacer la paz.
En múltiples estudios se plantea que la música tiene un poder de influenciar en el comportamiento y las memorias, es posible establecer que la música permite desarrollar orgánicamente mejoras en los conflictos e incluso a través de ella se pueden construir identidades culturales de paz; los ritmos lentos inducen a la paz y serenidad, mientras que los instrumentos de viento destacan por causar un efecto alegre, vivo y reconfortante.
El origen de la afinación en 432 se encuentra en una relación numérica, matemática y armónica. Este número está relacionado con la geometría sagrada y tiene en sí mismo un patrón armónico que se repite; estos números están relacionados con culturas y civilizaciones antiguas como las de Egipto, Grecia, China, Tíbet e India.
Se encontraron, por ejemplo, antiguas campanas chinas y cuencos tibetanos afinados en 432 Hz, explica el músico Cristian Lacroix, quien descubrió esta afinación al investigar sobre geometría sagrada y técnicas de sanación y desarrollo espiritual; la afinación en 432 Hz equilibra, expande la consciencia y permite reconocer la paz interior a enfocar la consciencia en el presente. Hoy en día la afinación se realiza en 440 Hz y esa es otra historia.
La afinación natural a 432 Hz tiene efectos profundos en la consciencia y también en el nivel celular de nuestro cuerpo equilibrando tu energía, sanándote, relajándote; nuestros átomos y el ADN empiezan a resonar en armonía con la espiral de PHI de la Naturaleza.
La frecuencia 432 Hz, es la misma frecuencia del ritmo del planeta tierra y de los latidos del corazón del ser humano en estado calmo, por lo cual se le considera la frecuencia de la paz, también. Les invito a escuchar música en esa frecuencia (432 Hz) y lograr que, a través de sus oídos, la paz sea posible en su mente y en su corazón., para posteriormente ser portadores de paz para los