La creciente violencia en Quintana Roo no es exclusivo un tema de gobierno o de cárteles de droga, si no de cada ser humano que aún no aprende a cohabitar con los demás.
La semana pasada les conté de la #ViolenciaVicaria que le arrebató la vida a Brenda y que hoy tiene en la cárcel a Elisa; sin embargo, parece que el tema se sale de control y se cruzan los papeles.
Hace poco en Cancún fuimos testigos de un bochornoso espectáculo mediático orquestado por una chica de la que omitiré el nombre, la cual, acusó formalmente a un alto funcionario de Quintana Roo por el presunto delito violación.
Hoy se sabe que todo fue una extorsión política.
Una noche entre cuates y un poco de pasión, acabó en una difamación que tendría que llevar a alguien ante las autoridades urgentemente, pero… ¿la violencia es exclusiva de un género?
¿ Podemos juzgar a un hombre solo con el dicho de una mujer?
El foco rojo que existe sobre las mujeres claro que nos hace creer enseguida sus dichos, pero se deben comprobar los hechos antes de iniciar una campaña de desprestigio que, en algunos casos, ha cobrado vidas de inocentes.
¡ESO ES JUSTICIA!
“La violencia no tiene género”, y eso quedó al descubierto en el caso de la presunta violación, que al final, solo dejó un saldo de enemistades, pleitos entre algunos grupos del movimiento feminista y de los comités de victimas
Pero, por si fuera poco, debo confesarles que alrededor de 15 personas de Cancún, entre ellos compañeros periodistas, me compartieron cientos de screenshots de hombres contra mujeres y mujeres contra hombres, pero lo peor, mujeres contra mujeres agrediéndose, insultándose y en el peor de los casos amenazándose entre ellas, todo derivado de una mentira.
Así no.
