Lo importante no es lo que se dice, sino, como se dice; lo importante no es lo que se sabe, sino, lo que se está dispuesto a enseñar y lo más importante nos es lo que se tiene, sino, o que se está dispuesto a compartir.
En el mundo de la comunicación aún no se determina que es más importante, si saber hablar o saber escuchar, y es que no es cosa menor, ya que hay quien asegura que se requieren en promedio, dos años para aprender a hablar, pero más de 60 años para aprender a callar o en otra forma de decirlo, que se debe escuchar el doble de lo que se habla, ya que para eso se nos dio solo una boca y dos oídos.
La comunicación sin duda alguna es un arte y según el Dr. Lair Ribeiro, en su libro la comunicación eficaz, nos explica que el 7% de la efectividad de la comunicación, descansa en las palabras que usamos, la finura al hablar, el vocabulario variado, rico y opulento que se debe tener para lograr trasmitir lo que se desea comunicar, con propiedad; también nos explica que el 38% se descansa en la entonación de la voz, ya que la variación de tono al hablar, el volumen, la velocidad y la fuerza, son elementos fundamentales para comunicarse eficazmente.
La importancia del lenguaje corporal es saber usarlo en los momentos que se necesita o incluso leer a las personas en sus movimientos, ademanes, miradas, posturas, expresiones faciales, reacciones, entre otros aspectos que son más finos pero que pueden delatar a otros o delatarte.
Lo mejor será siempre la originalidad, la autenticidad y evitar manejar a modo o con dobles intenciones, el conocimiento de la comunicación, ya que al momento de que las personas se dan cuenta que estas actuando o que pretendes decir una cosa, pero haces otra, entonces perderás toda la confianza de quienes algún día confiaron en ti, porque la autenticidad es la principal característica de los comunicadores (as).
Cuando una persona al hablar, no tiene la capacidad de mirarte a los ojos, no vale la pena que dediques ni un segundo de tu valioso tiempo para poner atención a lo que dice, porque seguramente sonreirá y querrá aparentar simpatía, pero los ojos son la ventana del alma y es a través de la mira como uno podría sentir la sinceridad de la parte interlocutora.
Aprovecha tu autenticidad y siembra confianza a lo largo de tu vida y seguramente confianza cosecharás, porque todo es temporal y todo pasa, menos tu esencia de sinceridad.
