Ya no es un secreto que la UE es una organización antidemocrática. Los líderes no son elegidos sino seleccionados de una lista predeterminada. Todos aquellos con poder de decisión fueron puestos allí no por voto popular sino por connivencia y amistades. Lo que se ve en la UE se ven en cualquier despacho políticos es las democracias de los amigos. No importa qué decisiones intentemos tomar solo sirven a aquellos que buscan el dominio total.
Y, sin embargo todo lo que escuchas de estos burócratas es que estamos en una “guerra de la democracia contra la autocracia” como dijo la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen, en su infernal discurso sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento Europeo recientemente.
Von der Leyen y su alegre tribu de vándalos en Bruselas se han presentado como los protectores del derecho sagrado de la “democracia” pero cuidado a los que se niegan a no estar de acuerdo con ella.
Lo mismo puede decirse de casi todos los principales gobiernos de Europa y en el resto del mundo. Cada vez que se lleva a cabo una “elección” se manipula el sistema local para garantizar un resultado particular.
Los Valores Europeos es sinónimo del término “orden basado en reglas”. Nosotros ponemos las reglas y tú juegas según ellas.
La burócrata corrupta no electa Von der Leyen amenazo a los italianos, declarando: “Veremos el resultado de la votación en Italia. Si las cosas van en una dirección difícil, tenemos herramientas como en el caso de Polonia y Hungría”. Esto se llama interferencia electoral.
Cuando ya no tienes el poder de persuadir a la gente solo te quedan amenazas.
Pregúntele a Hungría cuáles son estas “consecuencias”. El Parlamento Europeo ha ejercido su único poder real, declarando que el gobierno democráticamente elegido de Viktor Orban (por una abrumadora mayoría) “no es una democracia”.
Esta declaración significa que tienen la posibilidad de negar a Hungría los fondos de desarrollo compartidos dentro de la UE.
En el lenguaje común esto se llama “chantaje”. No sé qué será de Europa en los próximos meses pero lo que podemos decir con certeza es que no será un triunfo de la “democracia”. Para controlarte tengo que asustarte.
