A menos de cuatro meses de que llegue el día “d” de la contienda electoral, el panorama para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) luce desolador, hay nubarrones en el camino y varios de los tripulantes de esta nave tricolor ya saltaron ante la poderosa posibilidad de que se hunda el barco.
José Antonio Meade, candidato del PRI a la Presidencia de la República, no logra atraer la atención del electorado, incluso tiene problemas para jalar a sus correligionarios , quienes en la mayoría del país, tienen muchas dudas sobre su abanderado, incluso los nombramientos que ha hecho en su equipo de campaña tampoco le han ayudado mucho, como el caso de elegir a la cozumeleña Sara Latife Ruiz Chávez, quien a pesar de tener una carrera meteórica en tan poco tiempo como diputada, senadora, secretaria de Turismo en Quintana Roo, e incluso estar dentro de la baraja de los posibles sucesores del gobernador Félix González Canto, no cuenta desafortunadamente para su causa con una grata imagen, sobre todo por su último cargo en la administración de Borge Angulo, como secretaria de Educación.
El actual dirigente del PRI en Quintana Roo, Raymundo King de la Rosa, que por cierto tiene ya sus días contados, tuvo en su haber una de las épocas más tristes y nefastas del partido en la entidad, ya que aparte de haber sido un dirigente gris, sin liderazgo, eso sí, desvergonzado, abusivo y mal agradecido con la gente que le tendió la mano cuando nadie sabía quién era, será recordado como el dirigente del PRI que perdió la gubernatura en la entidad, además de haber formado parte de uno de los grupos priistas más deleznables en la historia.
Apenas también hace unos días, otro de la vieja guardia del PRI, Rodolfo Vallín Lugo, decidió dejar 40 años de historia en el tricolor para sumarse al proyecto de nación que encabeza Andrés Manuel López Obrador; con Rodolfo Vallín Lugo, se va uno de los pocos priistas que quedaban de cepa, con talento político, de esos pocos priistas con los que se podía conversar de forma inteligente.
Con un candidato presidencial sumido en el fondo de las encuestas, tres nefastos ex gobernadores que dañaron como nunca sus entidades como Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua por citar solo algunos, y localmente sin una figura en el municipio Benito Juárez que levante la mano, teniéndose que conformar en apoyar a un verde ecologista como Remberto Estrada, el Partido Revolucionario Institucional se perfila como el gran perdedor de la contienda del 2018, ¿será?