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noviembre 24, 2024

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García Luna; el juicio que muchos quieren ignorar

Lunes 23; declara primer testigo Sergio Villarreal Barragán (a) El Grande, lugarteniente de los Beltrán Leyva, haber visto en varias ocasiones a GGL recibir sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa, 1.5 MDD aprox/mensual; y ser parte de las actividades operativas del Cártel como funcionario, como segundo trabajo para permitir el envío de toneladas de cocaína a EEUU. Fiscales muestran evidencias que policías federales mexicanos descargaban cocaína personalmente en el aeropuerto de la CDMX, también señala que a los miembros del Cártel se les permitió usar uniformes e insignias de la Policía Federal “sirvieron como mercenarios armados para eliminar a los enemigos que el Cártel quería eliminar”.

Martes 24; segundo día de testimonio de El Grande dice que cuando estalló la guerra interna del Cártel de Sinaloa entre los Beltrán Leyva y EL Mayo Zambada y Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, GGL informó que se mantendría “neutral” ante lo cual Arturo Beltrán Leyva ordenó secuestrarlo –siendo secretario de Seguridad Pública-. Fue levantado en la carretera rumbo a Cocoyoc, lo llevaron a una oficina para verse con Beltrán Leyva demostrando que no había nada imposible para él, le reprocho y lo  liberó, siguió cooperando en él. Se cumplió con el objetivo.

Miércoles 25; se presenta el segundo testigo Tirso Martínez Sánches, (a) El Futbolista, detalló operaciones, comisiones,  decomisos y almacenaje; dijo que tuvo ganancias de 25 a 30 MDD pero que eso representa solo el 5% de lo que ganaban sus jefes. Luego desfilaron 5 oficiales de agencias de EEUU, y un preso dealer local de New York; dos agentes especiales de la DEA, un policía neoyorquino y dos oficiales del ICE dieron detalles sobre sus participaciones en operativos para interceptar miles de kg de cocaína exportada por el Cártel de Sinaloa que condujo al arresto de “El futbolista”.

Al último día de juicio esta semana el juez Brian Cogan pidió más celeridad en las declaraciones de testigos y concentrarse no en anécdotas pintorescas.

Mientras eso ocurre, en México la “defensa” de Felipe Calderón, expresidente y jefe directo de Genaro García Luna se concentra en la vestimenta del enjuiciado y en las manifestaciones de amor hacia su esposa Linda Pereyra,

García Luna es una muestra brillante de –al menos- dos sexenios de impunidad, corrupción, concubinato del presidente y su secretario de seguridad con el crimen; peor escenario no podría haber.

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