Escuchar puede ser desastroso si no se sabe escuchar y es que entre más estudio y profundizo en el tema de la comunicación, es increíble como se acentúa más y más la gran responsabilidad hacia mí mismo, dicho en otras palabras, la mejor comunicación estará determinada en la auto comunicación o en la intrarrelación que se tiene con uno mismo, y más allá de cómo nos hablamos, que dicho sea de paso, es un tema fundamental para la autoestima, el detalle más fino es saber escuchar, escucharnos o bien escucharte a ti mismo o escucharse a uno mismo.
Recuerdo el título de una película “Escucha tu destino” 2007, en la cual se destaca la relevancia en la vida de que, habiendo tanto ruido en el exterior, si cada persona desarrolla la habilidad de escuchar hacia su interior, con todos sus sentidos, escucharse y seguir con toda pasión esa voz interior esas sensaciones o instintos, es justamente la clave perfecta para lograr la razón de ser, de encontrar el sentido de la vida, la felicidad y la vida plena.
También durante la pandemia, entre 2020 y 2022, me dediqué a explorar los avances relacionados a la comunicación o efectividad en la misma y llegué a lo más recóndito del tema, donde concluí que más allá del proceso que se da entre emisor, canal, mensaje y receptor o bien lograr que lo mismo que diga uno sea lo mismo que comprende el otro o las otras personas, a lo que suele llamarse comunicación efectiva y la escucha activa es fundamental, pero lo más revelador fue es que ya no es suficiente ante tantos distractores ninguno de esos modelos y cada día es más difícil o desastroso el proceso comunicativo, porque hace falta tener o entrar en conexión, así como durante la pandemia nos dimos cuenta que se perdía la conexión y eso impedía lograr continuar con la videoconferencia o clases en línea, es justamente lo que sucede cuando falta conexión entre las personas para prestar atención.
Y lo más reciente que llegó a mis manos fue un maravilloso y valioso libro de Prem Rawat, titulado “Escúchate” de la editorial Aguilar en el que asegura que es posible encontrar la paz en un mundo ruidoso y en la página 111 del libro nos dice que escuchemos a nuestro corazón ya que el proceso del conocimiento de uno mismo desde el mindfulness o conciencia plena al hearthfulness o corazón pleno y después peacefulness o paz plena, al fin y al cabo se trata de atención total y atención plena, desde el interior y más que escuchar, la clave está en escucharte; escúchate y descubrirás tu razón de ser.
Entonces, escuchar puede ser desastroso si no se sabe escuchar, pero puede ser virtuoso si sí se sabe y si empezamos por escucharnos desde el interior, el proceso de descubrirnos ha iniciado.
