Beyond the Bubble
The Roar of the Lion
By: Sergio León Cervantes
Quintana Roo is facing a delicate moment: international tourism remains strong with 18.5 million visitors during the first half of 2025, while the real estate market —especially in Playa del Carmen and Tulum— shows record prices, above $70,000 pesos per square meter in Playa, far beyond the purchasing power of local incomes. Many already speak of a possible bubble.
Yet not everything is fragility. Cancún maintains an average hotel occupancy close to 75%, proof that tourism remains the region’s strongest guarantee of liquidity. In a conversation with my dear friend, former president of the Association of Architects of Cancún, architect Sergio, he wisely remarked: “In the end, past generations learned that waiting and holding a property, even in times of crisis, always proves to be a winning bet: land and brick eventually recover.”
The strategy to attract foreign investment must be clear: offer legal certainty, green tax incentives, and tourism–real estate co-investment schemes that inspire confidence. Investing in Quintana Roo is not speculation; it is entering a market where global tourism sustains property values. Today’s world demands sustainable projects, long-term rentals for digital nomads, and transparent marketing that highlights the historic resilience of this destination.
The message is simple: even if an adjustment occurs, those who buy here are not only acquiring square meters; they are securing a share in a state that, after every crisis, emerges stronger — with more visitors, more connectivity, and more value. That is the invitation: to turn an apparent bubble into the gateway to a safe and long-term investment opportunity.
Until next week, with new challenges and opportunities!
Fearlessly reaching the top, because we already have success.
X: @Oigres14 | IG: @sergioleoncervantes | Mail: sergioleon@sergioleon.mx
Más allá de la burbuja
El Rugido del Leòn
Quintana Roo atraviesa un momento complejo: el turismo internacional mantiene su fuerza con 18.5 millones de visitantes en el primer semestre de 2025, mientras el mercado inmobiliario, sobre todo en Playa del Carmen y Tulum, muestra precios récord —más de $70,000 pesos por m² en Playa— que superan con creces la capacidad de compra local. Muchos hablan ya de una posible burbuja.
Sin embargo, no todo es fragilidad. Cancún conserva una ocupación hotelera cercana al 75%, prueba de que el turismo sigue siendo la mejor garantía de liquidez en la región. En una plática con mi querido amigo, expresidente de la Asociación de Arquitectos de Cancún, el arquitecto Sergio, me decía con sabiduría: “Al final, las generaciones pasadas aprendieron que esperar y mantener una propiedad, incluso en tiempos de crisis, termina siendo una apuesta ganadora: la tierra y el ladrillo siempre se recuperan”.
La estrategia para atraer capital extranjero debe ser clara: ofrecer seguridad jurídica, incentivos fiscales verdes y esquemas de coinversión turística-inmobiliaria que den confianza. Invertir en Quintana Roo no es especular, es entrar a un mercado donde el turismo global respalda la plusvalía. La modernidad demanda proyectos sustentables, rentas largas para nómadas digitales y un marketing honesto que subraye la resiliencia histórica de este destino.
El mensaje es simple: incluso si hubiera un ajuste, quien compre aquí no solo adquiere metros cuadrados; compra participación en un estado que, tras cada crisis, resurge con más visitantes, más conectividad y más valor. Esa es la invitación: convertir la aparente burbuja en la antesala de una oportunidad de inversión segura y a futuro.
¡Hasta la próxima semana, con nuevos retos y oportunidades!
Sin miedo a la cima, porque el éxito ya lo tenemos.
