Xóchitl Gálvez se ha vuelto tendencia para encabezar la Alianza opositora que dirige el jefe de la oligarquía autóctona Claudio X González integrada por PRI, PAN, PRD y membretes de derecha; aunque diario se van desmarcando los aspirantes uno por uno, quieren hacer creer que Xóchitl es la elegida; medios de comunicación a fines dicen que “en Palacio Nacional ya se prendieron
los focos rojos, lo cual es un buen síntoma” repiten de distinta forma pregoneros de Reforma, Milenio, Excélsior, El Universal, etc.
¡Hágame usted el favor! Si quieren distraer la atención para despresurizar la adelantada carrera de los aspirantes de Morena como estrategia, pues, está bien; pero de eso a pensar en posibilidades reales de obtener votos electorales con Xóchitl como candidata presidencial, está complejo.
El dilema del Frente opositor es la falta de calidad moral en todos, absolutamente todos sus aspirantes; y la contradicción de ser un amasijo de intereses con tres partidos en desgracia ahora dirigidos por un empresario hijo de un empresario exitoso, es decir un junior. A toda la “banda” se le atribuye a cada uno una larga cola de antecedentes inmorales, poco éticos, corruptos.
Los aspirantes o presidentes de los membretes del Frente Amplio son lo que siempre han sido, personalidades individualistas, egoístas y simuladores, su único interés es personal y es mantenerse con el poder que puedan, candidaturas y si son plurinominales mejor; negociar para mantener una ínfima cantidad de poder e influencia, sin importar que a su membrete o partido político se extinga.
La historia como madre de todas las ciencias nos enseña que no hay repeticiones válidas. La derecha ya tuvo un largo período el poder en México, lamentablemente lo desperdició o dicho de otra forma lo aprovechó solo para sí misma, para su enriquecimiento e individualismo. Hoy nos preguntamos ¿cómo es posible que alcance el presupuesto para tanta obra pública?
La respuesta es sencilla; sin corrupción y poniendo a todos y todas a trabajar en objetivos comunes en beneficio de todos los ciudadanos, poniendo a trabajar al servicio de todos los ciudadanos, esto incluye al ejército y la marina, en fin. El ahorro sin duda y el trabajo es la única fuente de bienestar y crecimiento. Nunca en la historia del país había existido la distribución de la riqueza y el ingreso por parte del gobierno como lo es hoy. Nunca en el pasado reciente, nuestra generación había conocido un re valoración del peso frente al dólar.