SEBASTIÁN RAMÍREZ
“Mientras por ahí piensan en utopías, acá demostramos con hechos que damos buenos resultados”, publicó Xóchitl Gálvez con una foto levantándole la mano al candidato panista en la Ciudad, Santiago Taboada. Hace apenas unos meses le pregunté a Gálvez en un debate en televisión, cuando aún no la imponían como candidata del bloque conservador, si ella se deslindaba del Cártel Inmobiliario, a lo que respondió que sí. No pasó ni un año para que posara orgullosamente junto al líder de la mafia panista en Benito Juárez.
El escándalo inmobiliario que una década de administraciones panistas fue perfeccionando en la alcaldía, es bien conocido por todas y todos quienes habitamos esta Ciudad. Para la misma Xóchitl Gálvez tampoco es ajeno, ella hizo lo propio cuando fue alcaldesa de Miguel Hidalgo a través de los famosos moches.
A pesar de lo anterior, pareciera que la derecha aún no entiende por qué en todas las encuestas Clara Brugada supera a Santiago Taboada por más de 20 puntos de intención de voto y Claudia Sheinbaum en un 2 a 1 sobre Xóchitl Gálvez.
Tantas décadas de gobiernos prianistas por todo México se han caracterizado por el saqueo, las privatizaciones y la profunda corrupción que convirtieron en su forma de gobernar, los últimos 5 años no han sido la excepción. A la par, los gobiernos de la Transformación y especialmente el del Presidente López Obrador han sacado a millones de la pobreza, rescataron a las regiones marginadas por el olvido, convirtieron en derechos lo que siempre fueron privilegios y se sentaron las bases para seguir regenerando nuestra vida pública.
El panismo le apuesta al olvido, pero el Pueblo de la Ciudad de México tiene memoria, por eso somos millones quienes decidimos defender la esperanza, y sí, también la utopía.