La realidad va sepultando cada vez más el discurso priísta. Aunque ahora intentan erigirse en un monumento anticorrupción, lo cierto es que cada vez son más las figuras impresentables que recuerdan las viejas prácticas de ese partido, actualmente -todavía- en el poder. PRI
Claro ejemplo fue la visita de su precandidato presidencial José Antonio Meade a Quintana Roo, donde se codeó con cuestionadas figuras que son ejemplo de corrupción, como el exgobernador Félix González Canto, “creador” del también exmandatario Roberto Borge, actualmente preso en Morelos por desvío de recursos.
Otro que departió con Meade fue el exsecretario de Gobierno borgista Gabriel Mendicuti Loría, quien tan solo un día después fue detenido por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción acusado de daño patrimonial por 534 millones de pesos, al cual acaban de embargar 19 inmuebles y 21 vehículos, aparte de dictarle prisión preventiva justificada.
Mención aparte merecen los casos del presidente estatal del partido, Raymundo King, y del delegado en Quintana Roo Manuel Andrade, quienes pasaron un vergonzoso momento cuando fueron separados del candidato mientras éste daba su discurso en un desangelado evento en la zona hotelera de Cancún, donde por cierto a la prensa se le encerró en un “corral”, haciendo aún más inalcanzable al precandidato.
Meade jugó al doble discurso, pues mientras en público se separó de ellos, en privado les tomó la mano, platicó con ellos y se tomó decenas de fotos que fueron presumidas por esos personajes en sus redes sociales.
Fue a este doble discurso al que hizo mención en su visita a Cancún el domingo pasado el precandidato de la coalición PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya, quien destacó que al mismo tiempo que plantea estrategias anticorrupción, el aspirante presidencial del PRI, José Antonio Meade, se rodea de corruptos.
“¿Con qué cara anuncian una estrategia de combate a la corrupción si justamente la gente de la que están rodeados son los personajes corruptos que en este momento están inclusive ya detenidos?”, cuestionó el panista.
Anaya expuso que, de ganar la Presidencia, castigará la corrupción y recordó que en los estados donde ha ganado el PAN se ha roto el pacto de impunidad, que consistía en que el gobernante entrante le cuidaba la espalda a su antecesor; puso como ejemplo a Quintana Roo, donde el gobierno actual, encabezado por Carlos Joaquín, ha interpuesto las denuncias necesarias para recuperar lo robado al estado.
Romanillos quintuplicó su fortuna
Claudia Romanillos Villanueva, exdirectora del Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública de Quintana Roo, multiplicó por cinco las propiedades a su nombre en el sexenio de Roberto Borge, se dio a conocer ayer en medios nacionales.
La exfuncionaria fue pieza clave en la red de corrupción del exgobernador Roberto Borge, al estar al frente de la dependencia que administraba el patrimonio inmobiliario del estado y desde donde habría operado la venta ilegal de 22 terrenos del patrimonio estatal, algunos de ellos al 6 por ciento de su valor.