AGENCIAS / GRUPO CANTÓN
(Primera parte)
CANCÚN.- Se llama Zoox, un robotaxi, un coche eléctrico sin conductor ni volante, que alcanza 125 kilómetros por hora… es el plan de Amazon la multinacional tecnológica estadunidense para llevar los vehículos autónomos a las ciudades, algo que de momento nadie ha conseguido con éxito.
Amazon y Google (por medio de su subsidiaria Waymo), son los dos únicos gigantes de la tecnología que aún siguen vivos en ese terreno, plagado de retrasos, fallos técnicos y promesas incumplidas.
La compañía más avanzada, Cruise (propiedad de General Motors), se quedó sin licencia en San Francisco cuando su vehículo embistió a un peatón. El resto de fabricantes, con Tesla a la cabeza, aún no se atreve a hablar de un coche autónomo, sino de “funciones” de conducción autónoma.
Amazon está convencido de que el taxi del futuro será una especie de cápsula que no podrá conducir ningún humano… la conducción autónoma es algo que se ve bien como una muestra sólida de futuro, dependiendo la talla de los actores que participen en su desarrollo.
Hace un año Amazon compró Zoox desarrolla vehículos autónomos grado cinco (sin conductor). El robotaxi mide 3.63 metros, entran cuatro personas en asientos enfrentados y tiene motor eléctrico que permite 16 horas de autonomía. Las primeras unidades ya pueden verse en calles y carreteras de Foster City, en California.
Un grupo de sofisticados sensores, radares Lidar (acrónimo del inglés “light detection and ranging”) y cámaras, dota al robotaxi de un campo de visión de 360 grados y una distancia de “percepción” superior a los 150 metros.
Por el momento, la autorización del gobierno californiano le ha permitido rodar a unos 60 kilómetros por hora de velocidad máxima, si bien desde Zoox afirman que podría alcanzar sin problema un crucero de 125 km/h.
En tanto, el servicio de taxis autónomos de Google, Waymo, ya es un hecho en Phoenix (Arizona), donde se puede optar por un servicio autónomo, como uno clásico al más puro estilo de Uber o Cabify. Es una forma de acercarse cada vez más a un futuro en el que se viaje en un taxi sin conductor.