El presidente AMLO, adelantó la sucesión presidencial, con el destape de las tres corcholatas favoritas de Morena, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, después fueron incluidos Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña. Este último, ha resultado una revelación política, construyendo una posición, en la que supera con mucho a todos los precandidatos.
Porque, Noroña, es sin duda un gran orador, preparado y gran comunicador, valiente y arrojado, desde la cámara de diputados, ha establecido una defensa de la 4ta trasformación y del presidente. La difusión en las redes sociales y sus recorridos por todo el país, han acrecentado su popularidad.
En las diversas entrevistas, se ha mostrado audaz y creativo en las respuestas, plantea, profundizar las reformas del presidente, con una nueva constitución, para recuperar la minería, electricidad y petróleo para la nación, disminuir los privilegios de los más ricos, y afrontar una verdadera reforma laboral, Quizá los otros aspirantes piensen igual, pero Noroña, muestra más convencimiento y precisión en sus ideas, como que está más cerca de la gente.
Estamos a unos meses, de la encuesta, que determine al candidato o candidata, Gerardo Fernández Noroña, no cuenta con la simpatía de AMLO y este influirá sin duda en la decisión de la decisión. Pero nadie podrá ignorar a Gerardo Fernández y deberá ser tomado en cuenta, para ocupar una posición importante en el gabinete, la jefatura de la ciudad de México, o en el liderazgo del Senado y de ahí continuar construyendo para el futuro.
Por su parte la oposición, con la coalición de tres o cuartos partidos políticos, no presenta una verdadera alternativa, sin propuestas y solo en contra de AMLO y su gobierno, se ve condenada a perder. Pero la elección de varios gobiernos locales, municipios, legislaturas locales y federales nos llevan a disputa por la nación, entre la izquierda y la derecha, con el ingrediente intervencionista de grupos internacionales.