“Lo más aburrido del mal es que a uno lo acostumbra.” Jean Paul Sartre
Los mexicanos vemos la impunidad y corrupción como un modus vivendi con un aire de resignación, pero ¿qué no somos cómplices todos de esto?.
Nos hemos acostumbrado a resolver los problemas de forma violenta, poniéndonos al “brinco”, no importa el tema puede ser desde política, religión o fútbol, la empatía, tolerancia y respeto no existen en el vocabulario mexicano.
Cuando la violencia de un país comienza desde el poder político y económico las consecuencias son muy altas, la conducta social mexicana en los últimos meses ha destacado por su desorden y violencia, las clases sociales entre memes y burlas cada vez están más divididas.
Es difícil poder detectar la violencia social ya que hemos crecido con ella y la hemos llegado a normalizar y aceptar; la violencia doméstica, el bullying en las escuelas, la violencia en deportes, todas las agresiones racistas y homofóbicas, la sociedad permisiva, los perjuicios, el vandalismo y así puedo mencionar muchos ejemplos más de cómo se manifiesta la violencia en nuestra sociedad.
La diferencia entre libertad y libertinaje radica en que la libertad implica el respeto al otro, las redes sociales nos han ayudado a comunicarnos con mucha más facilidad, pero esto ha hecho que el morbo, ofensas sin sentido, acusaciones sin fundamento sean la herramienta más fácil y rápida de subir el rating entre los usuarios.
Un claro ejemplo es la marcha de la semana pasada donde TV Azteca acusa de “vándalos impunes” a los miembros de una brigada de observadores de derechos humanos que vigilan las manifestaciones en la capital del país.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, reconoció la labor de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, afirmando en un comunicado que por su trabajo de promoción y defensa de los derechos humanos en la capital, el grupo cuenta con su respaldo y confianza.
¿Pero será congruente protestar contra la violencia generando más violencia y saqueando?, tremenda contradicción.
Protestan por el joven muerto en Jalisco en la Ciudad de México, durante la protesta resulta herida y golpeada una mujer, siendo esto el pretexto perfecto para hacer otra manifestación, aprovechando la ocasión para robar y saquear muchos comercios que no la debían ni temían, tomando en cuenta la crisis económica del país por consecuencia de la pandemia.
A muchos indignará el calificativo, pero eso es ROBAR, de manifestantes a pasar en unos minutos a delincuentes, es ahí donde la libertad se convierte en libertinaje, una sociedad violenta crea más humanos violentos, haciendo un círculo vicioso del que es muy difícil salir, pero no imposible.
