POR POR MARCO ANTONIO TOH EUAN
¿Cómo logramos el empoderamiento en niñas y niños?
Cuando hablamos de deconstrucción podemos aludir a varias teorías pedagógicas y de educación global, sin embargo, para el tema de hoy, es importante identificar en términos simples qué significa “deconstruir”. UNICEF y otros organismos internacionales se han enfocado en las últimas dos décadas en una educación para la paz paralela al fomento de los derechos humanos. Esto es, cambiar conductas que han colocado a hombres y mujeres en posiciones de desigualdad y por ende, discriminatorias. Estas dos herramientas permiten que a) se logren identificar las conductas violentas/sexistas; b) revisar de dónde provienen estas conductas y cómo nos van formando como personas e impactando en nuestros distintos ámbitos de desarrollo; c) reconocer que somos transmisores/herederos de estas conductas; d) revisar las estrategias de educación implementadas durante generaciones y replantearlas en los planes, programas, actividades de estudio formal e informal; y e) estandarizar estos planes en cuestiones prácticas con población infantil tomando en cuenta los entornos culturales, sus derechos y por supuesto, su participación activa.
Finalmente, es esencial reconocer la tríada violencia/sexismo/discriminación y la desigualdad estructural que históricamente han marginado a las mujeres desde su infancia dejando de normalizarla: Vbg. ¿cumplo con lanzar una convocatoria solo para mujeres adolescentes en materia de liderazgo deportivo con resultados escasos? O, ¿no será importante primero revisar los obstáculos y prejuicios que han “dictado” que las mujeres no deben dedicarse a asuntos de esa índole y fomentar entonces su participación? Ardua tarea tenemos como formadores.
