Segundas votaciones
Manuel Velasco, multichapulín
Gobernador-senador-gobernador
Así como el humorista, actor y escritor estadunidense Julius Henry Marx, conocido como Groucho Marx, decía, en una de sus frases más célebres, que tenía otros principios, por si a alguien no le satisfacían los originalmente presentados.
El Senado de la República, bajo conducción y dominio aritmético de Morena, sometió un mismo asunto en un mismo día a dos votaciones (con una diferencia de cinco horas entre el “no” inicial y el “sí” final), hasta que fue satisfecho el interés delmultichapulín (el término ha sido tomado de la cuenta tuitera de @PalomaRuiz1) Manuel Velasco Coello, quien así podrá regresar a Chiapas a retomar la gubernatura gracias a reformas exprés, y a la medida personal, que él mismo impuso en días recientes en la constitución local.
El extraño caso del Senado que en un mismo día dijo “no” y “sí” a un mismo asunto, tiene como figura central a un político, oficialmente del partido “Verde”, que ha jugado un papel clave en el acomodo de piezas del sistema político para procesar el arribo del lopezobradorismo al poder, con un evidente eje político Chiapas-Tabasco y la (cuando menos) benevolencia de Los Pinos (Velasco y Enrique Peña Nieto han tenido y mantienen una inalterada relación política y personal, a pesar de que el propio Velasco “provocó” tanto la derrota del PRI en Chiapas como el compartido triunfo de Morena).
Además, Velasco Coello ha ejercido funciones correspondientes a una secretaría de gobernación (ante la inexperiencia política de Olga Sánchez Cordero, la ministra de la Corte, en retiro, propuesta para este cargo). Colocado tácticamente como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Velasco “alineó” a algunos de sus colegas y fue el primero de ellos en fotografiarse con López Obrador luego del 1 de julio. Trabaja actualmente para “planchar” acuerdos con los gobernadores de la región donde se construirá el Tren Maya y se desarrollarán proyectos económicos que pueden generar oposición popular.
El factor de identidad y afianzamiento entre Velasco y López Obrador ha sido el abuelo materno del primero, con quien el tabasqueño ha mantenido una larga amistad.
En ese contexto, la primera votación senatorial, que negaba a Velasco la licencia que solicitaba para dejar el escaño, dificultaría el cumplimiento de los encargos que el chiapaneco ya cumple en el sur del país. Velasco no pidió dejar la senaduría por razones de estricta índole personal o de salud sino para retomar la gubernatura de Chiapas, en un proceso de impune desfiguración de la legalidad constitucional, tanto en el plano federal, que prohíbe a gobernadores competir por un cargo de elección popular en su propia demarcación (lo que Velasco, como Miguel Ángel Mancera, brincó mediante la treta de ser postulados en listas de circunscripciones más amplias que su estado, o distintas) como en el estatal, donde el propio Velasco Coello hizo modificar en días recientes la carta magna local para que le sea posible regresar a la gubernatura, previa aprobación de su licencia senatorial, lo que, conforme a la nueva realidad política del país, siempre dio por descontado.
Antes de que se diera la segunda votación, el coordinador de la bancada mayoritaria y relativo jefe político de esa cámara (Martí Batres le pelea espacios y reflectores), Ricardo Monreal Ávila, hizo una encendida defensa del derecho de Velasco Coello, y cualquier senador, dijo, a solicitar y obtener licencia. El coordinador de la chiquibancada priista, Miguel Ángel Osorio Chong, acompañó la jugada correctiva, y declaró que con nueva o mayor información, otros datos, se tenía que realizar la famosa segunda votación.
El desenlace consolida la figura de Velasco Coello y sella la virtual anexión del Verde Ecologista de México a los proyectos de Morena (VerdeMorenismo). Total, todo podrá siempre ser corregido en segundas votaciones, en homenaje a quien debería ser nombrado senador honorario en ausencia física, Groucho Marx.
La tesis de que una licencia a un cargo público debe ser expedida en automático choca sin atenuantes con lo que ayer mismo se planteó en el Senado: si los senadores no pudieran rechazar una solicitud de ese tipo sería innecesario, y hasta ofensivo, que se someta a votación lo que, de otra manera, podría presentarse a trámite administrativo como un derecho ejercido por el titular sin necesidad de consideración alguna.
En la especie, por encima del derecho individual de Velasco Coello a andar brincando entre cargos, deberían ponderarse las circunstancias específicas de Chiapas, la evidencia del sentido patrimonialista con que se ha ejercido y se seguirá ejerciendo la gubernatura, y la necesidad de impedir concentraciones ostentosas de poder.
Un ejemplo de que se puede retardar una solicitud de licencia y, en los hechos, negarla, se produjo en 2009, justamente con un caso chiapaneco: la diputada federal Olga Luz Espinosa Morales, a quien se le impidió dejar su curul luego del escándalo de las diputadas “Juanitas” (esta denominación, en recuerdo de Rafael Acosta Ángeles, postulado a jefe delegacional en Iztapalapa, para que luego renunciara y dejara el cargo a Clara Brugada). Nueve diputadas, llegadas por la vía de la representación proporcional, pidieron licencia para dejar el cargo a varones que para tal propósito las habían sembrado en lugares a definir por cuotas de género.
El caso fue analizado por Mercedes Barquet Montané en un texto denominado “De la inutilidad de la cuota de género: la diputada que no quería ser”. En la nota introductoria del trabajo, publicado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Sergio Dávila Calderón explicó: “Aun cuando (Olga Luz Espinosa) había hecho la petición formal a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y acumulado suficientes inasistencias para darla de baja de dicho órgano, conforme a la ley, la mesa no dio respuesta inmediata”, y alargó el trámite hasta virtualmente negar tal licencia. ¡Hasta mañana!