– “Logros”, para propaganda
– El “converso” Elizondo Garrido
– La mafia del poder Verde
El diputado federal Francisco Elizondo Garrido, llegado a la curul por la vía del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pero luego transferido a la bancada del partido Morena, develó el monto de las ganancias políticas que para el Verde significa ese trato: “Parte de la negociación fue que Morena tuviera cinco diputados más y, con ello, poder lograr la mayoría en la Cámara de Diputados y mantener la Junta de Coordinación Política en los próximos tres años que va a durar la Legislatura.
A cambio, ellos se comprometen en tres temas básicos: el primero, que se creen por cada año 100 plazas para médicos especialistas en oncología infantil, además de construir cinco hospitales especializados en el tema, y que se haga una campaña mediática importante para que la gente pueda detectar a tiempo este cáncer” (entrevista con Alejandra Canchola).
Una ganancia enorme (¡hasta con “campaña mediática” que les servirá para presumir electoralmente los logros!) para un partido que llegó a San Lázaro solo con 16 diputaciones y, por tanto, quedó en el último lugar de la tabla numérica de las bancadas.
Pero que ahora, en una transacción que el coordinador de los diputados verdes, Arturo Escobar y Vega, dijo que les había salido “baratísima”, es aliado relevante por tres años de la aplanadora obradorista, solo por haber cedido cinco curules y haberse quedado con once: “16 u 11 diputaciones no representan nada”, dijo el propio Escobar y Vega, con escalofriante sinceridad.
El caso del propio diputado Elizondo Garrido, el develador de los entretelones de la negociación Verde-Morena, es un ejemplo del tipo de política y políticos que ahora rescata el partido mayoritario y les da viabilidad: Elizondo fue designado en 2013 como director del centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Quintana Roo. Es decir, representante del secretario Gerardo Ruiz Esparza, llegado con el beneplácito del gobernador priista, Roberto Borge, y con el apoyo de su concuño, Arturo Escobar y Vega.
En un portal internético del Grupo Editorial Olmeca, bajo la firma de José Antenor Ancona Rodríguez, se publicó el 16 de julio pasado, apenas a medio mes de las elecciones históricas: “Francisco Elizondo Garrido llegó a la SCT Quintana Roo como un pago de favor o tráfico de influencias de su padrino político, concuño, socio en varias empresas y proyectos, el ex dirigente del Partido Verde Ecologista de México : Arturo Escobar y Vega.
Ambos políticos (Arturo Escobar y Vega-Francisco Elizondo Garrido) mantienen una estrecha relación familiar y de negocios. Escobar y Vega está casado con María de Lourdes Domínguez Rius, y Elizondo Garrido con Araceli Domínguez Rius.
Pero también tienen una fuerte relación de negocios donde se involucran familiares y socios (en el reportaje titulado “Escobar y Elizondo, la Mafia del Poder Verde”, se detallan los presuntos negocios. Además, el sindicato de trabajadores de ese Centro SCT de Quintana Roo han denunciado constantemente la corrupción, los malos tratos y el ausentismo del citado Elizondo Garrido, quien ayer fue relevado del cargo administrativo.
Ese tipo de política y políticos es la que ahora se ha asociado con Morena y ha ganado supervivencia cuando menos por tres años. Otro diputado verde, converso al morenismo, es Humberto Pedrero, ex secretario de Hacienda en el primer gobierno de Manuel Velasco Coello, quien falsificó documentos para hacerse pasar por indígena y anotarse en la cuota de ese tipo de postulaciones a San Lázaro. El propio Escobar y Vega fue subsecretario de Gobernación y dejó el cargo entre acusaciones de actos electorales fraudulentos a favor del Verde (por cierto, en su boda, en mayo de 2007, Escobar tuvo como testigos en la ceremonia civil a Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes.
Astillas: En Querétaro, el tribunal electoral estatal falló a favor del candidato panista a presidir el municipio de la capital, promovido por el gobernador Francisco Domínguez (quien, en una reunión de la Conago, presumió ante López Obrador que en su estado natal no había ganado Ricardo Anaya). En San Luis Potosí, la Policía Federal escenificó para efectos videográficos (al estilo de Genaro García Luna, durante la administración calderonista) el “hallazgo” de una niña de un año de edad (lo cumplió este 5), abandonada días después que había sido secuestrada junto con su abuela, que luego fue asesinada… Por cierto, la escenificación fue difundida en un diario digital cuya franquicia potosina fue adquirida y es ejercida por Enrique Galindo Ceballos, quien fue comisionado nacional de la Policía Federal, con temas pendientes como el caso de Nochixtlán, Oaxaca… En el caso Velasco-Chiapas, en el Senado hubo no solo impericia, sino mala comunicación o pleitos internos entre el coordinador formal de la bancada de Morena, y presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal (teóricamente, el jefe político y quien llega a acuerdos con sus pares), y el presidente de la mesa directiva, Martí Batres (quien le disputa el mando político al zacatecano y se mueve con su propia agenda). Estudiantes de diversas facultades de la UNAM insisten en exigir la renuncia de Enrique Graue a la rectoría de esa casa de estudios. Dicho funcionario, por lo pronto, ha cortado por la parte más delgada del hilo de complicidad e indolencia, al suspender a Teófilo Licona, coordinador de vigilancia… Y, mientras se reúnen AMLO y Graue, ¡hasta el próximo lunes!