El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, anda de un optimismo desparramado. Ha dicho que está plenamente consciente del desencanto de los mexicanos respecto a la política y las elecciones, pero cree haber encontrado una fórmula tecnológica de redención: el uso de las redes sociales (Facebook, Twitter y Google, principalmente) para fomentar la participación cívica, combatir noticias falsas (¿o establecer filtros para censura?), suministrar información veraz y confiable (¡!) y convertir las próximas elecciones, tan cargadas de signos preocupantes, en todo un “venturoso (…) laboratorio en el que distintos esfuerzos desde la sociedad, desde la industria y las autoridades se conjugan para generar un contexto de robustecimiento de la democracia”.
El laboratorista en jefe del presupuestalmente tan robusto INE confía, para sus propósitos de experimentación, en que las elecciones en puerta serán las más grandes y complejas de la historia mexicana pero, al mismo tiempo, las “más explicadas” (¡oh, sí!). Por ello señaló, en el marco de un encuentro denominado Cumbre Mundial de Comunicación Política, que el INE ha firmado un convenio de colaboración con Facebook, “y es la primera vez que ocurre esto a nivel global”. Ayer mismo, informó, habría de sostener una reunión con directivos de Google y, en los próximos días, con los de Twitter, para signar acuerdos similares a los hechos con Facebook, “bajo una premisa: por un lado, la identificación de noticias falsas; y por el otro lado, la convicción compartida entre Facebook y el INE de que la mejor manera de combatir las así llamadas fake news, es generar información cierta, precisa, válida y objetiva” (¡! y más ¡!).
A propósito de la “cumbre mundial” antes referida, una de las “estrellas” presentadas fue Antonio Solá, el propagandista de origen español que sembró la semilla de la discordia en 2006 con su frase de “López Obrador, un peligro para México”. Naturalizado mexicano en 2009, Solá se colocó ayer en inmejorables condiciones para recibir una amnistía lopezobradorista, pues argumentó con pujanza que el tabasqueño será el próximo presidente de México si los comicios se realizan en circunstancias “normales”, con un INE funcionando como “árbitro electoral en toda regla”.
Detector de la “enorme ira contenida” de los mexicanos y consciente de que la gente “está muy cansada, que tiene mucha ira”, Solá estima que si López Obrador “logra encajar ese caudal de ira en una corriente positiva del voto va a ganar por 38, 40, 42, 45 puntos, porque casi casi podríamos decir que no va a tener techo”.
¿El “peligro para México” es vigente?, se le preguntó, y el especialista en comunicación política de “contraste” (o guerra sucia, según la terminología menos eufemística) fue sumamente generoso en sus consideraciones hacia su anterior víctima propagandística: “Para nada es vigente. Yo lo he dicho muchas veces, ya no es nada vigente. Yo he dicho que López Obrador ha evolucionado mucho en estos últimos doce años y para nada creo que eso esté sucediendo en este momento. La institucionalidad mexicana abraza con mucha fuerza, con mucha energía cualquier mínima posibilidad de salir a mear fuera del tiesto”.
Además, en México no hay condiciones para que prospere la figura de un tirano político: “Eso no va a suceder aquí en México, que tiene una solidez mucho más fuerte que la que se ha vivido en otros países, yo quiero pensar efectivamente en Venezuela, y por lo tanto ratifico hoy, yo que estuve en la campaña de 2006, y que con ese equipo de Calderón trabajamos la dinámica de ‘Un peligro para México’: hoy, efectivamente no lo es”.
Los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) decidieron postular a Fausto Vallejo Figueroa para que presida el municipio de Morelia, lo que ya ha hecho en tres ocasiones anteriores (la primera, a título de interino; las dos siguientes, mediante elección, https://goo.gl/R9TC6i ).
Como gobernador de Michoacán que fue a partir de febrero de 2012, Vallejo Figueroa entregó pésimas cuentas: dejó hacer y deshacer, doblegado por problemas de salud que le llevaron en 2013 a una operación de trasplante de hígado. Su secretario de gobierno, Jesús Reyna, asumió de manera interina el poder y actualmente está preso, acusado de actividades relacionadas con la delincuencia organizada. Uno de sus hijos, Rodrigo, apodado el Gerber, fue videograbado en una reunión con el jefe de un cártel del narcotráfico, apodado la Tuta, y su nombre ha estado constantemente asociado a circunstancias turbias.
La ingobernabilidad del estado y la supremacía de los cárteles en las actividades sociales, económicas y políticas de la entidad, llevaron a Enrique Peña Nieto a dar un golpe técnico para desbancar de facto al gobernador formal, Vallejo, e instalar a una especie de comisionado ejecutivo o gobernador delegado, Alfredo Castillo Cervantes, miembro del equipo de Los Pinos y de la facción de primos a la que pertenecen Humberto Castillejos Cervantes, entonces consejero jurídico de la Presidencia de la República, y Raúl Cervantes Andrade, luego procurador general de la República.
Tan espesa fama pública de los Vallejo (otro hijo del exgobernador, Fausto Vallejo Mora, podría ser postulado como candidato a diputado local cuando menos por el PES) hizo a Morena recular, en el plano local, de la coalición que sostiene en el ámbito nacional con el PT y el citado Partido Encuentro Social. Tal deslinde no ha sido suficiente para impedir que los adversarios de Morena pretendan seguir asociando a este partido con el caso de los faustos: la postulación del exgobernador, y tal vez de su hijo, daría una muestra de la catadura de los aliados del lopezobradorismo, alegan los críticos del joven partido exitoso. En tanto, el poder del dinero (para hacer campañas) y el tufo de actividades oscuras en busca de cauces políticos, siguen presentes en Michoacán. ¡Hasta mañana!