Educativo, violentado
Pacificadores, suspendidos
NAICM, rechazo
Un foro en busca de acuerdos sobre temas educativos fue impedido de realizarse el sábado en Acapulco, en el marco del enfrentamiento creciente entre el sindicalismo no oficialista (que se expresa no solo a través de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación sino también de agrupaciones regionales como, en el caso, la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero), y el flanco oficialista ahora con dos polos, Juan Díaz de la Torre como residuo peñista y Elba Esther Gordillo como “opción” revanchista.
Un día antes, Alfonso Durazo, propuesto para ser secretario federal de seguridad pública, anunció la cancelación de cinco foros presenciales sobre pacificación y reconciliación nacionales, según eso para tener tiempo suficiente para “sistematizar las propuestas” recogidas de anteriores encuentros similares. Tal cancelación hará que si alguien aún deseara participar en esos foros tendría que hacerlo a través de una plataforma de internet: por esa vía, en dado caso, estarían aportando testimonios, críticas y propuestas los habitantes de Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Morelos y Tabasco. Las reuniones celebradas hasta ahora habían resultado de difícil manejo para los futuros funcionarios, particularmente por el choque entre la postura del gobierno venidero, de otorgar perdón a los verdugos, y la de los familiares de las víctimas, en el sentido de exigir justicia institucional y dejar el perdón al ámbito íntimo de cada persona.
Difícil también es el camino de la consulta ciudadana, que finalmente será una encuesta de opinión, para decidir la suerte del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM). Andrés Manuel López Obrador iniciará a partir de hoy una tarea informativa sobre las ventajas y desventajas de construirlo en el Lago de Texcoco u optar por un proyecto que incluiría al actual aeropuerto capitalino y las instalaciones de Santa Lucía, en el Estado de México. Hasta ahora, las voces en contra de la edificación en Texcoco han sido más insistentes y difundidas, incluyendo a algunos de los futuros altos funcionarios que fueron comisionados para hablar sobre el tema ante abiertos opositores al proyecto que, en tanto, sigue en marcha.
En los tres temas, la próxima administración obradorista ha buscado promover la participación popular, en ejercicios de foros o consultas que contrastan con la histórica cerrazón de un sistema político regido por la opacidad y acostumbrado a que la élite tomara decisiones sin consultar más que a unos cuantos o, en ocasiones, a nadie, mero ejercicio de faraonismo sexenal mexicano.
Sin embargo, el aterrizaje de esta buena intención política se ha topado con obstáculos y distorsiones. En su campaña presidencial y luego ya como presidente electo (incluso frente a Enrique Peña Nieto), López Obrador ha expresado su tajante disposición a abolir la reforma educativa propuesta por el actual gobierno federal. Sin embargo, los grupos más politizados y radicales del movimiento magisterial independiente temen que solo se dé un maquillaje a la citada reforma, y están empujando para que se vaya realmente a fondo.
En el camino, ese sindicalismo magisterial independiente se está topando con un compañero indeseado de viaje: el oficialismo en decadencia, del grupo de Juan Díaz de la Torre, y el resucitado grupo de Elba Esther Gordillo, la rehabilitada profesora deseosa de retomar el control del SNTE. El choque acapulqueño de ayer fue causado por la protesta del sindicalismo independiente contra lo que dicen fue una privilegiada cesión de espacios para el grupo del SNTE y la corriente gordillista. Esteban Moctezuma Barragán, bien relacionado con Gordillo desde hace muchos años, no pudo realizar el citado foro y lo acusaron, junto al rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña, de favorecer al SNTE. Ya se verá si la confrontación, en otros foros, sube de intensidad o es atemperada.
Por lo pronto, el escenario de ese sindicalismo educativo se ve alterado por la campaña iniciada para reponer a la profesora Gordillo en el asiento directivo del SNTE, así sea por un lapso breve, en una búsqueda de reivindicación política e histórica de quien fue detenida en 2013 y depuesta del liderazgo sindical y ahora, descargada de acusaciones judiciales, y con una subterránea relación funcional con el obradorismo, cree posible botar al “traidor” Díaz de la Torre y colocar a un propio como dirigente formal del citado SNTE. En Coahuila, por cierto, directivos de la sección 38 (dominada durante años por Carlos Moreira, hermano de los ex gobernadores de esa entidad) están difundiendo videos de clamor sincronizado en demanda de que Elba Esther regrese al mando sindical (nota y videos en https://goo.gl/9X75ue )
Respecto a los foros en busca de acuerdos pacificadores y de términos para una ley de amnistía, ha de decirse que en general han sido accidentados, siempre desbordados por familiares de víctimas que no deseaban escuchar discursos con generalidades por parte de los futuros funcionarios (López Obrador, en una ocasión; Durazo, Olga Sánchez Cordero y Alejandro Encinas, en esa ocasión y las demás) sino propuestas concretas. No diagnósticos sino propuestas de solución en curso. Y, en particular, esas audiencias altamente dolidas rechazaron la tesis obradorista del perdón.
Además, la aún volátil división de funciones entre las futuras secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública ha hecho que haya regateos y jaloneos. Además, los equipos de cada una de esas próximas secretarías están integrados por personajes con agendas e intereses que no siempre permiten el acompasamiento en los muy delicados temas que están atendiendo.
Y, mientras en Ecatepec (municipio gobernado en su momento por Eruviel Ávila) se han manifestado contra los feminicidios y las historias de horror como la más reciente, de la pareja que sacaba en carriola restos humanos para tirarlos en lotes baldíos, ¡hasta mañana!