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noviembre 22, 2024

Astillero

AMLO y los medios: lupa foránea

Salvador Camarena y Daniel Moreno son dos periodistas reconocidos y con muy buenas cartas profesionales de presentación. Camarena escribe una columna diaria en El Financiero y es director de Investigación Periodística en Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), peculiar firma presidida por Claudio X. González Guajardo, fundador y ex directivo de Mexicanos Primero.
MCCI es financiada por mil cincuenta donantes y recibe fondos de la Confederación Suiza, las fundaciones Ford y Mac Arthur, la National Endowment Democracy (NED), financiada por el congreso de Estados Unidos, y la USAID, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, financiada por el gobierno estadounidense y, al igual que la NED, reiteradamente acusada de ser un brazo de intervención estratégica de ese gobierno.
Moreno es profesor de periodismo y director fundador del portal digital Animal Político, desde donde fue eje del proyecto Verificado 2018, que fue “un colectivo de medios, universidades y organizaciones civiles que verificaron discursos y declaraciones que hicieron los candidatos a la Presidencia de México; así como la revisión de fuentes y la veracidad de la información que se ‘viralizó’ en internet”. Animal Político es propiedad de las firmas de capital estadounidense Elephant Publishing LLC y Printed Matter LLC. Animal Político y MCCI han producido notables investigaciones periodísticas y en sus equipos laboran periodistas que realizan su trabajo sin presión o distorsión a causa de intereses de los dueños o patrocinadores.
Camarena y Moreno participaron en un Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital, que se realizó el pasado 14 en la Universidad de Texas, en Austin, con el tema de “Los retos y las realidades del periodismo mexicano”. Ahí, Camarena señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha hecho del embate contra los medios una de sus narrativas predilectas, como suele suceder con la repetición del calificativo “fifí”, aplicado a la prensa que califica de “conservadora”. Añadió que “estos denuestos nos llevan a una polarización mayor en donde él tiene muchísimo dinero, muchísimos canales de comunicación, tiene mayoría en los dos congresos —la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores— y además tiene a todo un gobierno movilizado en esto, en denigrar a periodistas”.
Moreno dio ejemplo: “Si alguien hace una pregunta crítica, periodistas que están en la conferencia de prensa le chiflan al periodista porque ‘cómo se atreve a preguntarle semejante cosa’ (…) Dar una conferencia de prensa donde los periodistas te chiflan si preguntas algo ‘mal’ no es rendición de cuentas”. Bajo la advertencia de que se está ante una “nueva prensa oficialista”, mostró casos de yutuberos que se dedican a denostar abiertamente a periodistas que cuestionan al Presidente a través de videos que superan el millón de vistas, frente a los medios de comunicación que, dijo, tienen un nivel de credibilidad de menos del 50%.
Los señalamientos hechos en Austin corresponden a un estado de desasosiego de un segmento de medios, no sólo los “convencionales” sino incluso otros que son modernos y digitalmente nativos, ante la retórica presidencial en las conferencias mañaneras y la irrupción de nuevos personajes en el foro, en especial los llamados yutuberos y la prensa “alternativa”. Colocar, sin el suficiente equilibrio ni un contexto histórico completo, la lupa internacional en el caso México (como ya lo está haciendo también la Sociedad Interamericana de Prensa, órgano cupular de dueños de medios en el continente) es una reacción defensiva ante la nueva realidad política y mediática de México. Hay distorsiones preocupantes en el manejo mediático del obradorismo, y el presidente debería sosegar su discurso y propiciar unidad y no división, pero hay suficiente espacio interno para la denuncia y la oposición, sobre todo desde las plataformas periodísticas de auténtica crítica e investigación.
En el tema de la Sociedad Interamericana de Prensa es de mencionarse que algunos de sus principales asociados (son 1300 y, según sus cuentas, éstos tienen “un total de circulación por sobre los 43 millones de ejemplares en papel y un número creciente de lectores por internet” han decidido publicar páginas completas para contrastar el ejercicio profesional de los medios tradicionales frente a las prácticas de internet que están fundadas en suposiciones, inferencias e interpretaciones sin rigor ni metodología aceptables conforme a los cánones del periodismo histórico. Así lo hizo ya El Comercio, de Perú, según el señalamiento que ha difundido, justamente en YouTube, Ricardo Belmont Casinelli, periodista y empresario que fue alcalde de Lima en dos ocasiones y legislador federal.
Astillas: El presidente López Obrador debió aplicarse a fondo en defensa del gobernador morenista de Veracruz, Cuitláhuac García, a quien un segmento de periodistas y ciudadanos no tiene en especial estima ante los graves sucesos de esa entidad… AMLO estará de regreso el próximo viernes, en una visita a Minatitlán, donde fueron asesinadas trece personas en un episodio de presunto ajuste de cuentas contra una persona propietaria de bares donde se expendía droga, según el primer reporte del fiscal General del Estado, Jorge Winkler, herencia de la administración del panista Miguel Ángel Yunes, obviamente repudiado tal fiscal por el morenismo dominante pero hasta ahora incapaz de botar a ese funcionario heredado y presumiblemente obstructor del avance de la llamada 4T en Veracruz… Entre el surrealismo y la tragicomedia: el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, ha anunciado que blindará las zonas limítrofes con Veracruz, para evitar que la tendencia delictiva de esta entidad pase a la otra. Como si en Oaxaca no se vivieran terribles episodios cotidianos de violencia e impunidad… ¡Hasta mañana!

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