Durante la última década, Google.org, el brazo caritativo del gigante tecnológico, ha financiado los estudios de EcoHealth sobre flavivirus de murciélago, brotes de henipavirus, herpes y la amenaza de transmisión de patógenos zoonóticos, es decir, de animales a humanos. Algunos de estos estudios también fueron apoyados por USAID y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Obviamente, no hay nada criminal en la financiación de la investigación científica pero, ¿por qué Google ha mostrado un gran interés en la virología y la recopilación de ADN que sepa yo no es una empresa biotecnológica o farmacéutica?
Los objetivos originales de Google es organizar la información sobre la Tierra. Por tanto, podemos imaginar que los investigadores de Google sentirían curiosidad por catalogar la población mundial y qué sucedería si cayeran en manos equivocadas estos datos.
La mayoría de los temores son provocados por la posibilidad de desarrollar armas completamente biomédica nuevas. Tales armas, diseñadas para nuevos tipos de conflictos y no es ciencia ficción.
Los científicos internacionales también están preocupados por un “arma biológica genética” que teóricamente podría apuntar a grupos étnicos particulares al enfocarse en las diferencias en su ADN. En 2004, la Asociación Médica Británica (BMA) sugirió, en su informe titulado “Biotecnología, Armas y Humanidad II”, que la construcción de armas genéticas “ahora está cerca de la realidad”.
En teoría, el uso de armas biológicas está prohibido en el mundo civilizado, pero en la práctica, sin embargo, las leyes no son lo suficientemente estrictas.
Desde mayo de 2007, el gigante tecnológico ha adquirido una participación en la empresa de biotecnología de California 23andMe, invirtiendo 3,9 millones de dólares. En 2009 Hillary Clinton, entonces secretaria de Estado, pidió específicamente a los diplomáticos estadounidenses que recopilaran información biométrica, como ADN, de jefes de estado extranjeros y altos funcionarios de las Naciones Unidas, según mensajes secretos publicados por WikiLeaks. Con razón el periodista Julián Assange esta en cárcel. No es bien decir la verdad es mejor vivir en las mentiras.