CANCUN, Quintana Roo.- Las universidades del sector público, en Quintana Roo, no cubren la demanda de la población juvenil interesada en cursar una licenciatura, lo que ha dado paso a la apertura de un sin fin de instituciones privadas, que ofrecen el servicio educativo, y varias no cuentan con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) ni las instalaciones adecuadas, lo que limita a los estudiantes.
Lejos han quedado las universidades tradicionales, que cuentan con un campus e infraestructura adecuada para los alumnos. Hoy en día, en las principales ciudades de la entidad como Cancún y Playa del Carmen, se observa la apertura de instituciones educativas con frecuencia, que adecuan oficinas y edificios como aulas de clase, laboratorios y talleres.
En la entidad, la matrícula escolar en el nivel superior, es mayor a 42 mil alumnos, en 69 instituciones educativas del sector público y privado.
ADAPTACIÓN DE ESPACIOS
Si bien, hay instituciones del sector privado que tienen un campus y que siguen invirtiendo en infraestructura y espacios deportivos para ofrecer un mejor servicio a los estudiantes y de forma integral, otros ocupan varios edificios en el centro de la ciudad incluso se instalan en plazas comerciales para dar cabida a sus alumnos.
Aunque, los representantes de las universidades aseguran que cuentan con todos los permisos para ofrecer el servicio educativo en dichas condiciones, al contar con la supervisión del Instituto de Infraestructura Física Educativa de Quintana Roo (IFEQROO) y de Protección Civil, los alumnos consideran que hay riesgos, debido a que los espacios son reducidos, los pasillos y escaleras son muy estrechos, y ante una emergencia, podrían estar en peligro.
Los jóvenes prefieren una universidad con espacios amplios y sobre todo infraestructura para hacer deporte, y no instalaciones remodeladas y habilitadas como casas de estudio, donde toman clases en un edificio y sus talleres están cruzando la calle o avenida, por lo que van y vienen, de un lugar a otro.
Consideran que lo ideal es, que la totalidad de las escuelas particulares cuenten con la infraestructura idónea, que incluya espacios recreativos, ya que en varias no existe ni una cancha para hacer deporte, ya ni se diga un auditorio digno para cubrir las necesidades de la comunidad estudiantil.
COSTOS DE LAS COLEGIATURAS
El costo de las colegiaturas de dichas instituciones educativas son menores y van de mil 600 hasta 2 mil 400 pesos, acorde, a lo que ofrecen a los jóvenes, pues para muchos la calidad de la formación académica y de las instalaciones equivalen a lo que pagan al mes, mientras que en las universidades bien establecidas y que tienen un campus, los precios son muy elevados y reconocen que no podrían pagar 5 mil u 8 mil pesos mensuales, en promedio.
En tanto la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ), asegura que antes de otorgar un RVOE, se revisa las condiciones de los edificios para acreditar que cumplen con todo lo necesario para brindar el servicio educativo a la comunidad y el IFEQROO, es el responsable de hacer toda la supervisión.
La titular de la SEQ, Marisol Alamilla Betancourt, afirmó que la competencia de la dependencia es únicamente la parte académica y el Instituto de Infraestructura, es el responsable de autorizar la funcionalidad de los inmuebles, lo mismo que Protección Civil.
“Nosotros validamos programas educativo y RVOES, no tanto los edificios. Ifeqroo autoriza los edificios”, aseguró la titular de la dependencia estatal.
DENUNCIAS A INSTITUCIONES
Sin embargo, últimamente se han dado denuncias ante la misma SEQ y la Procuraduría Federal del Consumidor, de estudiantes afectados en las llamadas “universidades patito” por la falta de RVOE, por lo que la autoridad educativa también se ha visto rebasado en ese rubro y no sólo en cuanto a la proliferación de planteles educativos privados, en edificios, que a la vista de todos no son óptimos para albergar a cientos de alumnos.
De acuerdo a organismos de escuelas particulares bien establecidas, la autoridad educativa deberá poner mayor atención en las escuelas que están ofreciendo el servicio educativo sin RVOE y en condiciones de riesgo, ya que los más afectados son los jóvenes y las familias, que invierten tiempo y dinero, y en algunos casos cuando concluyen la licenciatura, se dan cuenta que no tiene validez oficial.
Actualmente, la autoridad educativa actúa sólo cuando hay quejas y no de forma anticipada para evitar esos “fraudes” que comenten varias instituciones en agravio de los estudiantes, que si bien, al momento de hacer la denuncia ante la Profeco, pueden recuperar su inversión, sin embargo, el tiempo que perdieron nadie se los regresa y deben comenzar de nuevo.
CONOCER LAS UNIVERSIDADES
El llamado a los jóvenes y padres de familia, es que conozcan toda la oferta educativa de cada institución, sus instalaciones y deberían de solicitar un recorrido para ver el interior de la escuela donde van a estudiar, sobre todo los espacios, talleres, laboratorios y equipamiento, según la carrera a cursar, toda vez que es parte fundamental para su formación profesional.
Cuando se hace dicho ejercicio, se puede tener un panorama más real de la calidad de formación académica que recibirán, de lo contrario los tutores y jóvenes iniciarán el proceso a ciegas y cuando se vayan dando cuenta de que el servicio educativo no es como se los pintaron, es cuando comienzan los problemas reales.