CANCÚN, Quintana Roo.- La población en general sufre de estrés constantemente y muchas veces se desborda, sobre todo entre los trabajadores y estudiantes de nivel medio superior y superior, México ocupa los primeros lugares por estrés laboral, de acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS).
Existen diversos factores que llevan a los estudiantes a vivir estresados y con mucha ansiedad, uno de ellos es transitar de un nivel educativo a otro, como de secundaria a preparatoria y de nivel medio superior a la universidad, debido a que tendrán nuevos compañeros, maestros, otra dinámica y sobre todo mayor exigencia académica.
El primer día de clase, es fundamental para los jóvenes que ingresan a un nuevo nivel educativo, empezando por la seguridad que transmitan y la aceptación de sus compañeros, aunque la mayoría llega con miedo y nervios de enfrentarse a otros chicos de escuelas que quizá, tengan una mejor formación, y todo eso puede generar niveles de estrés y ansiedad, y afectar de forma negativa el desempeño escolar.
El estrés se agudiza cuando se acercan las primeras evaluaciones, cuando hay que exponer o presentar trabajados de calidad, más cuando vale un porcentaje importante de la calificación final, y cuando un adolescente o joven, inicia con bajas calificaciones o reprueba el examen, experimenta angustia, especialmente al final del semestre, porque busca sacar buenas notas y hacer todo lo que no logró en los primeros meses de escuela.
Los jóvenes que ingresan a un colegio que no es de su preferencia y que no cursarán la especialidad o carrera que desean, son los que viven en constante estrés, porque se esfuerzan el doble o el triple para sacar adelante una materia en comparación a sus compañeros que están en el lugar que eligieron, aunque hay otros que se confían demasiado y al final terminan reprobando materias o el semestre.
Pocas opciones
En estados como Quintana Roo, donde la oferta educativa de nivel superior en el sector público es limitada y con una cobertura de apenas el 28%, obliga a los jóvenes a dejar a un lado el tema de orientación vocacional, ya que no todos tienen la posibilidad de ingresar a la universidad y carrera de su preferencia, por ello aceptan la tercera o hasta quinta opción, de acuerdo a la misma Secretaría de Educación (SEQ).
Ese problema agrava en el nivel medio superior tal como se observó en el inicio del curso escolar 2017-2018, especialmente en el municipio de Benito Juárez, donde más de 3 mil jóvenes, se quedaron sin espacio en el sistema escolarizado, además alrededor del 50% que lograron ingresar a un subsistema, aceptaron la segunda, tercera, cuarta o hasta la décima opción.
Esos factores influyen en los altos índices de reprobación y deserción en los primeros semestres de bachillerato y nivel superior, según señaló el subsecretario de Educación en la zona norte, Carlos Gorocica Moreno, se estima que el 40% de los estudiantes, abandonan su formación académica en el primer, segundo y tercer semestre.
Buscan soluciones
Aseguró que en el próximo ciclo escolar se trabajará de cerca con los padres de familia, el primer paso se dará en el presente mes, cuando se lleve a cabo la II Feria de la Orientación Educativa de nivel medio y superior, del 27 de noviembre al 1 de diciembre, ya que invitarán a los más de 10 mil estudiantes que cursan tercero de secundaria de las escuelas públicas de Cancún y casi 6 mil de tercero de bachillerato para que va prevenir altos índices de reprobación y deserción.
Además, en esta ocasión se impartirán conferencias y en el caso de las casas de estudio, habilitarán un Pabellón Tecnológico, donde maestros y alumnos de ingenierías compartirán su experiencia con los futuros universitarios para que conozcan en qué consiste y su campo laboral, entre otros.
Al entrevistar algunos jóvenes de nivel medio y superior, coinciden en que ahora que está cerca el periodo de evaluaciones de fin de semestre (dependiendo del subsistema e institución), unos están tranquilos, toda vez que no tuvieron problemas en los exámenes parciales, entregaron tareas, trabajos y participaron en clase, pero hay quienes aceptan estarse “tronando los dedos y rezando”, para pasar sus pruebas finales, de lo contrario los darán de baja de la escuela, pues adeudan materias y muchos se irán a extraordinarios.
Matemáticas, su dolor de cabeza
Las materias que más pone tensos a los estudiantes son: matemáticas, física, química y biología, así como inglés en el caso de bachillerato y, a los de nivel licenciatura las relacionadas con los números y fórmulas de igual forma, así como otras propias de la carrera que cursan, a pesar que de muchos dedican tiempo a estudiar y prepararse para su prueba, no pueden controlar los nervios y el estrés que les provoca una evaluación.
La Primera Evaluación sobre “El bienestar de los estudiantes” del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), que se aplicó en el 2015 a los estudiantes de 15 de años de edad y cuyos resultados se dieron a conocer en su momento, permite tener un panorama más claro de lo que viven los adolescentes en edad de ingresar al bachillerato respecto al estrés.
De acuerdo a la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), de los países miembros donde se aplicó la prueba, en México, el 50% de los jóvenes suelen permanecer tensos cuando estudian y 79% siempre se preocupa por sacar malas notas, a pesar de que estudian para el examen.
Y el 60% de los alumnos mexicanos permanecen ansiosos por su desempeño académico, por diversos factores, en tanto el estrés ya es parte de la vida cotidiana de los estudiantes, en unos en mayor o menor grado, lo mismo que para los trabajadores, amas de casa y en otros sectores, ya que el ritmo de vida cada vez más rápido, tiene impactos en la salud de la población en general.
Angélica Pool/Unisymas